domingo, 4 de diciembre de 2011

Cadena de imitaciones


Desde los principios de la sociedad humana, la misma se ha dividido en sub-grupos más pequeños, conformados normalmente por gente de los mismos gustos, manera de pensar o por cualquier otro tipo de similitud. Paradójicamente, dentro de cada uno de estos sub-grupos podemos hallar personas con personalidades totalmente diferentes entre si. No tienes más que mirar a tu grupo de amigos. Los estereotipos más comunes suelen ser: el tonto, el listo, el friki, el kinki, el pijo, el guarro, el escrupuloso, el tímido con las pibitas, el matador que se las lleva a todas... podría rellenar esta entrada sólo nombres de estereotipos de personas (Mira que catalogamos a la gente...), pero no es ahí donde quiero llegar. Lo que quiero resaltar de todo esto, es un estereotipo, concretamente: El sabiondo.

No me refiero a sabiendo como inteligente (fijaos que "el listo" lo he puesto a parte), me refiero al sabiendo como el típico tío que es un cortalotes y cree que siempre está en lo correcto. Pero oye, no lo estoy criticando (al menos no mucho), reitero que puede estar dentro de tu grupo social igual que en el mío. El tío es muy simpático, pero tiene ese nosequé que piensa que lleva la razón siempre.

Pues una vez tenemos al sujeto en mente, situémoslo en tiempo y lugar. A principios de la revolución industrial, surge algo que nunca se había visto hasta entonces, la clase media. Éste tipo de gente podía costearse ciertos lujos y disponían de algún tiempo libre, por lo que la gente empezó a preocuparse por algo más que traer un plato de comida a la mesa. Debido a ello,comienza el declive de esa cruel y espantosa época en la que a la gente se le discriminaba según su nacimiento, y empieza a surgir la maravillosa y bondadosa época en la que a la gente se le discrimina según el dinero que tenga.

Establecido ya un punto en la línea temporal, imaginaos que nuestro sujeto se haya en cualquier ciudad del mundo y pertenece a esos nuevos privilegiados de clase media. Nuestro amigo el sabiondo, saca a relucir uno de los comportamientos básicos de su naturaleza humana, y con ese nuevo dinero que le sobra en sus bolsillos, decide aparentar que pertenece a una clase social más elevada aún. Desprestigiando sus orígenes humildes realiza un cambio de look, el que provoca un choque a la vista de sus amigos. Los hechos de este peculiar evento suceden de la siguiente manera:

Amigo a: ¿Y esas pintas?
Sabiondo: Es mi ropa nueva. Está guapa.
Amiga b: Bueno eso de guapa es relativo.
Sabiondo: Tú no tienes ni idea. Esta ropa está guapísima. A las pibitas les encantan los tíos bien cuidados. Hoy follo seguro.
Amiga a: ¿En serio?
Sabiondo: ¡Pues claro! Tú inténtalo para que veas.
Amigo b: Quizá tenga razón
Amigo a: Por probar no pasa nada
Sabiondo: ¡Claro que sí! Yo voy contigo y te digo lo que te tienes que comprar para lucir bien.

Así amigos, nuestro protagonista ha plantado la semilla de lo que en un futuro será conocido como la moda, ese movimiento en el que 4 sabiondos le dictan al resto lo que tienen que hacer...

martes, 22 de noviembre de 2011

Pre-parados


Habéis notado algo raro ¿verdad? Leísteis el título y pensasteis “Aquí hay gato encerrado. No me fío del guión ese” En efecto, sois unos linces. No proviene del verbo preparar, como todo el mundo pensaría, realmente se trata de una palabra compuesta por un prefijo (pre-) y un nombre común (parado), que como sabréis se utiliza para definir a la gente que está en paro o al típico tío del instituto que no era muy avispado. Nosotros nos quedaremos con la primera definición. Pero dejemos la clase de morfología para otra ocasión y vamos a lo que interesa. A lo que hago referencia cuando digo “Pre-parados”, es a la situación universitaria actual (y atentos que digo universitaria, no laboral. Paso de hablar de la crisis que seguro que es un tema con el que ya os han comido la cabeza demasiado), a que memoricéis las caras de vuestros colegas de clase, porque los vais a ver mucho en la cola del paro cuando os graduéis.

Hemos de aceptarlo, los universitarios somos futuros parados, pero por todos los dioses ¡estoy más que harto de oírlo! No tienen porqué recordármelo cada día que voy a clase. A lo mejor nos lo dicen para que no se nos olvidemos del problema, para que no nos coja el toro. Ahora en serio ¿Queda alguien realmente que no sepa que estamos en crisis? ¿Creen he vivido en una cueva encerrado todo este tiempo, que no veo las noticias? Un ejemplo, imaginaos que conocéis a un niño con cáncer ¿Le recordaríais que el cáncer es mortal y que se va a morir todos los días de su vida? ¡Pues es lo mismo!

Encima si lo pensáis detenidamente, los que más te lo dicen son tus propios profesores ¿esa gente es tonta o qué? ¿no saben de marketing acaso? le están diciendo a la gente que les paga el sueldo que no merece la pena estudiar que no van a conseguir nada haciéndolo. A ver ¿Qué pretendes? ¿Que deje los estudios y que te quedes sin trabajo? Volved a imaginar al niño con cáncer del ejemplo anterior, ahora va tranquilamente a aplicarse su sesión de quimioterapia. Va el chico muy tranquilo con sus ilusiones de que algún día va a tener una vida normal y saldrá a jugar al parque con los demás niños, cuando el médico le suelta “Chaval, la verdad es que no sé porqué te das quimio, si esto curarte, lo que es curarte, pues no lo va a hacer. Te vas a acabar muriendo igual. Yo soy tú y dejaba el hospital para ir con mi familia los últimos días de mi vida”. Si es que tendrán todos los doctorados que quieran pero la verdad que muy listos no son.

viernes, 11 de noviembre de 2011

A mala hora...

Me encantan los chistes ¿sabéis? Soy la típica persona que podría estar contando chistes durante horas. Me sé de todo tipo; chistes cortos, largos, de gomeros, de médicos, de borrachos, de mariquitas, de locos, del ejército, de pueblo, típicos “un español, un francés y un alemán”, gore, etcétera. Siempre aprovecho una buena oportunidad para contar un chiste que venga al tema, pero existe un género que la verdad, me siento muy vetado a la hora de tirar de su repertorio. Cómo no, el género del que hablo es el de los chistes machistas.

Yo no soy machista que conste, pero me gustan mucho los chistes del estilo. Valoro los chistes por su capacidad para hacer reír y no porque desprestigien a las mujeres (si desprestigiaran hombres me reiría igual), pero esto es una cosa que parece que mis amigas no acaban de comprender.

He estado muchas veces en la situación, de que se me ocurre contarle un chiste machista a un amigo y voy y le suelto con un acentillo andaluz (que siempre da un buen toque) “¿En qué se parece un cepillo de dientes a una mujer? En que cuanto más pasta les echas, más se abren las cerdas” Tras las típicas risas, aparece una amiga salvaje que nos pregunta:

  • ¿De qué se están riendo? - Dice con una sonrisa en la cara

  • De un chiste que me acaba de contar – responde mi amigo mientras yo le hago señas escondidas para que se calle sin muchos resultados.

  • ¿A sí? Cuéntamelo a ver – Me dice ella ilusionada

  • Sí eso cuéntaselo, cuéntaselo – Malmete mi colega, con afán de buscarme un problema

  • Es que... es un chiste machista... uno bastante fuerte - Digo para que sea consciente de a lo que se enfrenta

  • No pasa nada, cuéntamelo anda. Yo tengo buen sentido del humor.

En un momento de debilidad e ingenuidad, decido contarle el chiste en cuestión. Tengo la costumbre de en cuanto acabo un chiste, me río un poco para dar a entender que el chiste se ha acabado e incitar a la otra persona a que se ría también. Pero no os imagináis la cara de gilipollas que se me queda, cuando yo me río al acabar el chiste y me doy cuenta de que ella cambia su cara de “¡Qué ilusión! Me voy a reír mucho con este chiste” a “¡Menudo retrógrado machista de mierda que es este tipo!”. En este punto me doy cuenta de mi error y empiezo a excusarme:


  • Mujer, es un chiste. Yo no soy machista, es sólo para reírnos un poco

  • Reírte de las mujeres ¿no?

  • Bueno, las mujeres son en blanco en este caso, pero vamos que es una broma, no hay que tomárselo a pecho.

  • Pues en las bromas siempre hay parte de realidad, y si no fuera por una mujer tú no estarías aquí ahora mismo (obviedades al poder). Eres un machista y un prejuicioso.

  • Un momento, vamos a ver si nos entendemos. Lo que yo digo es que...

  • No pienso seguir escuchando tus comentarios de ultraderecha ¿sabes? A partir de ahora no me hables. Es más, exijo una compensación por los daños que has causado todos estos años contando esos chistes por ahí. Una compensación ¡de sangre! ¡Me comeré tu corazón!

  • ¡Aaaghhh! ¡Qué alguien venga por favor! ¡Sálvenme! ¡Necesito ayuda! - Grito desesperado mientras mi amigo corre para evitar ser él la siguiente víctima.

Así suelen acabar generalmente estos encuentros, con mi corazón devorado por una mujer caníbal, que al contrario de lo que dijo no tiene sentido del humor, y mis amigos dejándome tirado mientras agonizo en el suelo. Bueno, puede que esté exagerando o haya “maquillado” un poco la verdad como me gusta decir, pero los telediarios lo hacen muy a menudo para conseguir audiencia y nadie les critica...

viernes, 28 de octubre de 2011

El diablo viste de Prada

Antes de que leáis esta entrada confieso que he de retractarme, ya que al escribirla me di cuenta de que he publicado cosas anteriormente en el blog que no son ciertas. No diré en que cosa me he contradecido, puesto que para logar las reacciones que espero que consigan mis escritos, el lector debe descubrir el tema del escrito a su debido tiempo, cosa que se vería arruinada si digo donde está el fallo del que os hablo, aunque os aseguro que no es nada que se os pueda ocurrir y que realmente es una tontería. Por si acaso después de leer no caeis en donde está la contradicción y sois de esos curiosos que necesitan saberlo todo (¡entrometidos!), os dejo la respuesta al final. Bueno, atentos que ya empieza:

A lo largo de mi vida he tenido muchas decepciones; cuando una mujer me rechaza,al suspender un examen...... pero hay algo que me decepciona y atormenta con habitualidad, lo que me ha llevado a odiarlo mucho. Se trata de mi peor enemigo, mi rival acérrimo, mi némesis, ese algo que he jurado perseguir y destruir ¡y no pararé hasta que desaparezca de la faz de La Tierra! Ese algo del que os hablo es: el chocolate con pasas.

Y es que se me cae el alma al piso, cuando me ofrecen una tableta de chocolate y yo, bajo mi total desconocimiento de que existen pasas en su interior, muerdo y voy notando su abominable tacto chicloso en mi boca, seguido de un sabor endemoniado que soy incapaz de soportar. Durante este suceso mi cara cambia radicalmente de esto:







a esto:






No os equivoquéis, no me molesta que la gente coma pasas bajo su libre albedrío o tenerlas guardadas en la despensa de mi casa (eso sí ¡se pudrirían ahí hasta el fin de sus miserables días!). Hay otras comidas mucho más asquerosas en el mercado que las pasas (pocas pero las hay) y no las odio a muerte, pero la diferencia erradica en que no se han atrevido a juntarse con el chocolate, ese es el auténtico quid de la cuestión. Comer chocolate con pasas es algo parecido a montarte un trío con Pilar Rubio y Carmen de Mairena, un gran placer acompañado de algo realmente desagradable. No merece la pena pasar la dantesca experiencia de ver a Carmen de Mairena desnuda para follarse a Pilar Rubio (¿o sí? ya tengo idea para la siguiente encuesta).

¿Por qué han tenido que mezclar el chocolate con las pasas? ¿A quién demonios se le ocurrió esa idea?. En serio, pensadlo detenidamente ¿Quiénes son los principales consumidores de chocolate? Los niños. Entonces ¿quién tuvo la magnifica idea de mezclar la comida favorita de los niños con su peor enemigo? Que no es otro que la fruta. ¿A cuantos niños habéis visto que les guste el chocolate con pasas? Si yo tuviera un hijo, y me pidiera chocolate con pasas, en vez de chocolate normal, pensaría seriamente en llevarlo al psicólogo, darle una ostia o ambas cosas a la vez; darle tal ostia que acabe iendo al psicólogo. Es que me atrevo a decir incluso, que si una persona dona una tableta de chocolate con pasas a los niños del tercer mundo, éstos lo escupirían al suelo y levantando el puño al aire, maldecirían a los desgraciados demonios blancos que se ríen en su cara dándoles tal inmundo chocolate.

¿Creéis que exagero? Pues me he reservado el punto fuerte para el final. "¿Hay algo peor que una tableta de chocolate con pasas?" me preguntaréis. Pues os digo una cosa, aquí las preguntas las hago yo, que para eso es mi blog, pero respondiendo a la pregunta, sí señor, claro que lo hay, y no es otra cosa que las pasas bañadas en chocolate. Sí, esas bolitas que parecen conguitos, uno se confunde al comprarlos, lo hacen a posta por supuesto. Los cabrones no venderían tanto si no existiera tal parecido físico, estoy seguro. ¿Y por qué es peor? Pues muy simple ¿Cómo se puede estropear (aún más) el chocolate con pasas?, quitándole lo único bueno que tiene, el chocolate. La repulsividad de la mezcla es inversamente proporcional a la cantidad de chocolate que tenga.

Os lo digo muy en serio, el primer político que diga que va a prohibir que se mezcle el chocolate con las pasas, tiene mi voto asegurado, le hago campaña gratuitamente y me asocio a su partido. ¡Ya está bien! ¡Uníos al movimiento! ¡Decid NO a al chocolate con pasas!

(Lo prometido es deuda. Recordaréis la entrada "¿Decisiones difíciles?" ¿verdad? En la misma decía la siguiente frase "soy un adicto al chocolate. Me encanta en todas sus maneras posibles de comer", pues como habéis leido no es cierto del todo, he ahí la contradicción de la que os hablaba. Alguno estará pensando "Pss pues me esperaba algo más, menuda tontería" y yo os respondo: No te pases de listo que aquí el que critica soy yo ¿eh? si queréis expresar vuestra opinión ¡Crearos vuestro propio blog! ¡vagos!)

jueves, 20 de octubre de 2011

El mercado de valores

Impulsado por el pequeño científico que llevo dentro os voy a ofrecer un poco de orden, a modo de clasificación, respecto a uno de los sucesos en que todos los hombres y mujeres de esta caótica sociedad estamos involucrados. Se trata de (Uhmm un segundo. Aquí necesito una buena metáfora para que los moderadores de blogger no califiquen el blog como contenido para adultos... vale, ya tengo una) la “venta de fruta”. Sí, querido lector, la “venta de fruta” (vosotros seguidme el juego con esto de las comillas) varía mucho dependiendo de quien la lleve a cabo, existe una diferencia muy importante entre la fruta que venden los hombres y la que venden las mujeres. A continuación os lo explico con un sencillo ranking.
En la cima del mercado de la venta de fruta se encuentran las mujeres, más específicamente las mujeres heterosexuales. Las mujeres heterosexuales venden (a ver, otra metáfora...) “melones” que gozan de una gran aceptación por público. A muchísimos hombres les gustan los melones que venden las mujeres, les parecen muy sabrosos y les encanta comérselos, por lo que a éstas no les falta demanda que requieran sus productos. Pero hay un inconveniente a la hora de la venta, estas vendedoras no ofrecen su mercancía a cualquiera. Podríamos decir que las mujeres heterosexuales son realmente sus peores enemigas, puesto que las limitaciones para alcanzar muchísimas ventas y abarcar así un gran mercado, se las ponen ellas mismas. “Yo es que no le vendo mis melones a la gente con la que no tengo una relación muy íntima”, “Lo siento mi fruta aún no está madura” o “Eres mi mejor amigo, nunca podría venderte nada” son algunas de las frases típicas que nuestras queridas comerciantes ponen para no realizar una venta. Y Luego, claro, pasa lo que pasa, rechazan a todos los clientes interesados y el negocio decae, por lo que acaban pensando “¿Por qué nadie quiere comprar mis melones? ¿Debería operarme los melones acaso para que parezcan más apetecibles?”, cuando realmente la realidad es otra bien distinta. Como dije antes, a la hora de vender fruta, las mujeres heterosexuales son su propio némesis, pero si consiguieran vencerlo, serían las Bill Gates del mercado.
En el siguiente escalafón se encuentra un género totalmente contrario al anterior, el de los hombres homosexuales. Nuestros amigos los gays, conocen los secretos de la venta de su fruta: los plátanos. Son unos regateaadores buenísimos, poseen el descaro y la confianza de un buen vendedor, saben lo que le gusta al cliente y no poseen ese enemigo interno que achaca a las mujeres. El problema erradica en que el mercado al que se enfrentan nuestros amigos, se trata de un mercado un poco escaso, aunque cada vez más en mayor expansión. Es el único problema que tienen los hombres homosexuales a la hora de vender, la relativamente poca cantidad de clientes. Este problema no ha amedrentado a este grupo de grandes competidores, sino que han solventado este inconveniente formando gremios especializados en la venta y consumo de la fruta en cuestión. En estos gremios se reúnen tanto comerciantes, como compradores, y aunque suelen ser frecuentados más bien a horas altas de la noche y madrugada, se realizan muchísimas transacciones de plátanos, algunos dan plátanos, otros los reciben, todo ello de diferentes tipos y formas que prefiero no imaginarme la verdad. Gracias a esta manera que han tenido de solventar sus problemas comerciales, los gays se sitúan en el puesto número dos como grandes magnates que son.
Seguidos no tan de cerca como me gustaría a mi, vemos que el tercer peldaño de este ranking, lo ocupan los hombres heterosexuales. Existe una gran ambivalencia sobre porqué éstos ocupan un puesto tan bajo. Si le preguntas a una mujer, alguna podrá decirte algo como“A la hora de vender, muchas veces quiero que se fijen en mis melones, pero parece que ellos sólo les interesa el marisco, porque insisten mucho en las conchas que guardamos en la parte trasera de nuestros puestos. Algo que sin duda provoca una venta muy poco satisfactoria”. ¡Por favor! ¡Es sin duda un burdo bulo que no hace alusión a la auténtica realidad! Que no es otra que la siguiente. Los hombres que ofrecen sus plátanos a las mujeres, poseen un mercado bastante amplio en lo que a posibilidades se refiere y ofrecen mucho su mercancía (¡algunos lo venden realmente barato creedme!), pero la cuestión, es que engloba comerciantes de lo más variopintos. Existe un grupo de profesionales expertos que venden muchísimos plátanos (grupo en el que me gusta incluirme) y otro tipo de comerciantes que no son grandes vendedores y apenas llegan a fin de mes (grupo en el que realmente estoy incluido). Aunque los hombres intentan siempre conseguir el mayor número de clientas, existe una estrategia de marketing a la que los hombres recurren para garantizarse unas ventas regulares. Se trata de intentar agradar a una sola interesada, y que esta acepte comprar toda la demanda de plátanos que se ofrece. Pero tened cuidado en una cosa, que no os vean intentando vender a otras por ahí ¡las clientas son realmente celosas!
Ya por último (o primero por la cola como dicen algunas personas a las que les encantan las frases hechas), podemos encontrar al género que mayor dificultad tiene a la hora de vender su fruta: las mujeres homosexuales. Nuestras amigas amantes de las tijeras poseen todos los males de los vendedores, no poseen mucho mercado, no poseen tantos gremios como los gays, son negociadoras de muchos tipos y encima, aunque sean lesbianas siguen siendo mujeres, por lo que al igual que sus homólogas heterosexuales, ellas mismas se niegan muchas veces a vender su producto. En este último grupo las mujeres tienden mucho a establecer transacciones de melones con una única clienta, que a su misma vez, tiene la bondad de ofrecerle sus propios melones a cambio Dicho intercambio se realiza mediante un ritual que tienen las mismas para comprobar la calidad de los melones, se tocan los melones, se acarician los melones, lametones a los melones, se pellizcan los melones, estrujamiento de melón contra melón, melones por aquí, melones por allá, melones por todas partes (Bueno paro aquí ya porque tanto pensar en melones provoca que se me vaya la sangre de la cabeza).
Queridos lectores, os he intentando ofrecer mi sabiduría para que comprendáis un poco mejor la situación de la sociedad respecto a la venta de la fruta. Y ya para finalizar, mi consejo a modo de conclusión final es el siguiente: Intercambiad fruta con vuestros congéneres todo lo que podáis, buscad alguien que le guste vuestro plátano o que quiera zamparse vuestros melones (¡no volvamos a los melones que me pierdo!), y si por un casual, en el caso de los hombres, no tenéis a quien vender, siempre podéis pelaros el plátano vosotros mismos.

martes, 18 de octubre de 2011

El gobierno cambiará en plan de europeo de educación universitaria para que se parezca más al sistema de logros de la PS3


Una última encuesta realizada en el ámbito universitario sobre el actual plan europeo de educación, demuestra que los estudiantes realizan sus estudios con el fin de aprobar los exámenes para poder conseguir el título correspondiente, poniendo en seria duda, y muchas veces desprestigiando, la utilidad de los contenidos de las materias impartidas durante la carrera.

Estos datos, que han sido categorizados como alarmantes cuando fueron recogidos hoy en el MEME (Ministerio de Educación, Mamografías y Etruscos), han provocado que se tome la iniciativa para un nuevo cambio en el plan de estudios europeo. Según lo que ha expresado en su última rueda de prensa Yao Ming, presidente del MEME, el nuevo plan de estudios ha sido establecido basándose en el sistema de logros de videojuegos de la plataforma PlayStation 3. “Buscamos nuevas tecnologías y que los estudiantes muestren interés en clase. Con este plan nuevo matamos esos dos pájaros de un tiro - expresaba Yao Ming en su declaración - Al principio, al la hora de comprar una consola a la que emular, pensamos en comprarnos la Xbox 360, pero nos dimos cuenta de que hay que pagar al mes para poder jugar por internet y resulta que estamos en crisis.”

El nuevo plan pretende llevar a cabo un sistema en el que el alumno ganaría puntos por conseguir diversos tipos de metas a lo lago de su carrera. Asistir a diez clases seguidas, acudir a cien clases en total o vencer a los diez profesores ocultos por todo el campus son algunos de los retos que piensa integrar el nuevo plan. “Los puntos que consigan ya veremos como los canjearemos, a lo mejor los cambiamos por créditos de libre ¿Qué dice? ¿Qué ya no hay CLEs con el plan bolonia? Eso nada, esto es un negocio, los volvemos a meter y punto.” concluyó Yao Ming con cara despreocupada.

Las opiniones del público respecto a estas declaraciones, se han podido recoger en la página de internet CC www.Comentariosycriticas.com (sitio web oficial del MEME), y demuestran opiniones de lo más variopintas: “ El sistema de logros de Xbox 360 es mucho mejor que el de PS3, sin embargo el gobierno prefiere una vez más recortar presupuesto, aunque empeore la educación del país” publicado por el usuario Cereal Guy, “Si su intención es hacer que la universidad se parezca a un videojuego para que nos engachemos a ir a clase, lo que van a conseguir es que dejemos de jugar a videojuegos” comentó el usuario Nothing to do here, “ Estoy harto de que el MEME se centre siempre en temas de la educación, dejando de lado las mamografías y los etruscos (un antiguo pueblo muy bonito y con una cultura a la par)” finalizaba el usuario Fuuuu.

Por ahora, bajo críticas y alabanzas, el plan se llevará a juicio ante la asamblea superior de educación, donde el fallo de la misma nos dirá si sale o no sale adelante el atípico plan de estudios.

viernes, 14 de octubre de 2011

Miedo y asco en Las Palmas

Los nombres del siguiente texto han sido modificados para asegurar la intimidad de los afectados

Me encontraba haciendo lo que yo llamo bailar, en una discoteca al azar, de Las Palmas diría yo. Tras una larga conversación sin sentido con un profesor de mi antigua universidad, una de las impresionantes camareras del bar me invitó a un chupito de tequila, poniéndose el limón en la boca y la sal entre los pechos. No le iba a hacer un feo a la chica, o sea que decidí jugar a su juego. Vi un flash y me sorprendí a mi mismo en el baño enrollándome con la camarera, a la que le estaba metiendo más mano que un político a las arcas del país. La cosa se estaba poniendo interesante cuando una voz en off con acento de La Palma, atacó mis tímpano de tal manera que me desconcentró totalmente de la tarea que tenía entre manos, tanto yo, como mi amiga la camarera.

Salí del sueño con la cabeza dándome vueltas sin poder centrar la mirada en nada en concreto. “¿Dónde estoy?” pensé. Decidí buscar pistas a mi alrededor para poner en orden mi GPS interno. Una habitación que parecía haber sufrido una catástrofe natural, y Juanlo acostado en la cama del otro lado de la habitación, me hicieron deducir que me encontraba en su cuarto. De Mara era la voz que me había despertado de mi placentero sueño. No paraba de hablar, molestándome constantemente para que me levantara, porque tenía prisa para ir a comer “Estaba a punto de follar y ahora estoy aguantando a una mujer que no para de darme el coñazo. La historia de mi vida” Cogí el móvil y vi que eran las dos de la tarde, una hora relativamente temprana para levantarse después de una noche de juerga.

“¿Cómo he acabado aquí?” Intenté hacer memoria, pero mis recuerdos se parecían a mis exámenes, casi todo en blanco con ligera información borrosa aquí y allá. Lo último que recordaba era estar bebiendo una cerveza por fuera de una discoteca, mientras a Juanlo le cuidaba una enana, que mediría alrededor de un metro cuarenta estaría dispuesto a apostar. No me preguntéis como la conocimos. Proseguí intentando visualizar imágenes en mi mente de la fiesta de ayer, y éstas fueron apareciendo en orden cronológico. Me vi deambulando por las calles, dando tumbos de aquí para allá, ofreciendo vergüenza y espectáculo a los más madrugadores, y descubrí que había cogido un taxi para llegar a mi casa. Sí, eso era. Recordé al taxista y su manera de hablar tan peculiar, era una mezcla entre godo gangoso y John Wayne, el típico tío al que Manolo Vieira metería en uno de sus chistes “¿Era así realmente o sería cosa de la borrachera?” Nunca lo averiguaría. A partir de ese punto intentar recordar era un caso perdido, estaba todo borroso.

Me acabé levantando porque Mara seguía con su interminable monólogo, cuando me di cuenta de que había dormido con la ropa de ayer “Mejor, así me ahorro el vestirme”. Salimos y mi cabeza seguía girando como un trompo mal lanzado mientras subíamos el infinito trayecto hasta el comedor. Degusté lo que pude tragar de una asquerosa sopa y el plato de ropa vieja más aceitoso que he visto en mi vida. Durante ese rato deseé para mis adentros no haber nacido.

Al volver al cuarto, entre charlas vacuas y efímeras quejas sobre como nos encontrábamos, empezamos con la rutinaria conversación de contarnos lo que recordábamos de ayer, para ver si conseguíamos reconstruir los hechos. No llegamos a nada puesto que Juanlo había bebido más que un irlandés el día de San Patricio y su memoria andaba igual de perdida que la mía. De algún lado salió la tentativa de volver a emborracharnos tomándonos la botella de ron que él guardaba en su cuarto. Dicen que la mejor manera de evitar la resaca es volviendo a empezar a beber, pero como acabábamos de comer, sabía que no me iba a subir el alcohol por mucho que bebiera, o sea que opté por declinar la oferta.

Sin embargo, tenía que admitir que aunque uno puede llegar a acostumbrarse a salir todas las noches, nunca se acostumbrará a las resacas posteriores, y la de hoy me estaba matando. Había que actuar en consecuencia. Miré a Juanlo y con un tono medio en serio, medio en broma, le propuse fumarnos un par de porros de marihuana. Coincidió conmigo sin pensárselo mucho y nos pusimos manos a la obra. Creamos una cola de reproducción bastante larga para crear ambiente y dejamos que nuestro criterio musical guiara la conversación. Una cosa llevó a la otra y no me acuerdo de quien fue la idea, pero nos pusimos a ver Toy Story 3, y gracias a la marihuana y a su efecto catalizador sentimental, acabé llorando a mares, como si fuera una solterona de cincuenta tacos en la boda de su mejor amiga. Si hubiera tenido algún juguete a mi alrededor, lo hubiera abrazado y jugado con él un rato (Hasta que se me pasara el efecto de la maría probablemente...).

Acabó la película y seguía fumado, “Buena hierba” pensé. De repente, por cosas del colocón, me dio un antojo de escribir, y como al ordenador de Juanlo no le funcionaba el teclado (me da que se le cayó media botella de vodka encima), pues estoy ahora mismo escribiendo a boli y papel. Deberíais ver la hoja, está llena de manchas, tachones, firmas y algún dibujo abstracto debido a que me subió fuerte el último porro.

Todavía tengo una larga noche de aquí hasta que me duerma. Es sábado, pero, viendo como se encuentra, dudo que pueda convencer a Juanlo para salir hoy también. De todas maneras, tengo todavía la botella de ron aquí “Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma irá a la montaña” pienso mientras la botella me llama con su dulce y embriagador canto de sirena.

viernes, 7 de octubre de 2011

Entrada en construcción


Le di sin querer a "publicar entrada" y no sé como eliminarla ahora, o sea que pongo esta gilipollez mientras estoy escribiendo la entrada. ¿Está gracioso el machango no? xD

miércoles, 5 de octubre de 2011

Bloqueo artístico


Escribir es difícil, bueno, lo difícil es escribir bien. Me enfrento a muchas cosas antes de poder sacar algo decente de mi caótica cabeza. Primero, trato de buscar la inspiración en algún tema que me llame la atención. Para ello sólo hay que saber diferenciar entre la fruta podrida y las que tienen mucho jugo. El problema es que a simple vista todas las ideas parecen buenas; se te ocurren dos o tres frases graciosas, alguna buena metáfora y piensas “¡Buah! ¡Me va a quedar una entrada guapísima!”.

Luego vas hacia el portátil y, motivado por una buena idea y las ganas de escribir, caminas pero con un toque de “tengo prisa y acelero el paso”. Empiezas a escribir fluidamente unas cuantas frases, cuando de repente, no sabes como continuar y paras de escribir. Pasan un par de segundos y te das cuenta de que estás mirando inexpresivamente la hoja del documento de word, sin saber lo que querías decir. Sucede simple y llanamente, que te has quedado en blanco. Es otro de los grandes males a los que se enfrentan muchos profesionales, el bloqueo artístico. Decides no rendirte y organizas un par de ideas a modo de esquema. De ahí vas escribiendo y algo vas sacando en claro. Cuando te das cuenta, terminas de escribir y observas que lo que has escrito es una gilipollez y no posee el encanto que pensabas que tendría. Otro enorme bache con el que lidiar, la autocrítica.


“Asimov escribía relatos que son auténticas obras de arte, con ideas que eran una auténtica basofia. Stephen King es capaz de contarte la más inverosímil de las historias de manera que quedes totalmente enganchado. ¿Qué tienen ellos que yo no tengo?” A este último paso lo llamo, el hundimiento. Estás saturado. Dejas de escribir. Sales a pasear. Te das cuenta de que es de noche. Fumas un cigarro y te sorprendes pensando en cosas en las que no deberías estar pensando “Jazmina... ¿fue culpa mía? Quizá. ¿Debería decirle algo? Ya es tarde. ¿Entonces qué me queda? Supongo que aguantarme y dejar que se me pase la bajona. Las mujeres están todas locas. Me acuerdo de aquella vez. Fue la gota que colmó el vaso. En ese momento me di cuenta de que estaba totalmente loc...” ¡Sorpresa! Como mismo se fue, ha vuelto. Acabas de dar con una manzana justo en su punto. Tienes algo sobre lo que quejarte, una buena historia para contrastar los hechos y te sientes inspirado. Vuelves hacia el portátil y, motivado por una buena idea y las ganas de escribir, caminas pero con un toque de “tengo prisa y acelero el paso”. Empiezas a escribir fluidamente unas cuantas frases, cuando de repente..... ¡MIERDA!

jueves, 29 de septiembre de 2011

Amor verdadero

El otro día descubrí un blog que lleva una antigua amiga mía que siempre he pensado que acabaría dedicándose a la escritura (por si acaso queréis echarle un ojo os lo dejo por aquí). Tras leer un par de cuentos me ha motivado a escribir algo por el estilo a mi también. No suelo escribir mucha narrativa la verdad, y me ha costado mucho elegir el tema sobre el que hablar. Tras una noche de insomnio, me llegó la inspiración de repente y decidí sorprender al público poniéndome sentimental, relatando una pequeña historia que describe más o menos lo que pienso del auténtico amor. Ahí va:

Salió del turno de noche pensando en ella. Durante el trayecto de vuelta a casa, notó el agotamiento que sufría su cuerpo tras un duro día de trabajo. Estaba convencido de que al llegar a su casa sería toda para él, sólo por eso, ya merecería la pena toda la monótona y odiosa rutina que soportaba, para poder traer a casa el dinero necesario para que se quedara junto a él. De ella sacaba las fuerzas necesarias para volver a levantarse cada mañana y vivir un día más de su asquerosa vida.

Bajó del coche somnoliento, aunque sabía que por mucho cansancio que tuviera, aún tenía fuerzas suficientes para llegar a abrazarla. Abrió la puerta desganado. Se adentró en su habitación y allí estaba ella esperándolo, quieta e inmaculada. Le hubiera esperado todo el tiempo del mundo.

Se desvistió a prisas para prolongar lo menos posible el placer que le esperaba. Se acercó y la tocó primero con sus manos recorriendo todas sus curvas, sintiendo el suave tacto que tanto añoraba desde por la mañana, antes de que partiera a sus quehaceres. En un alarde de lo que el describiría como amor, llegó incluso a besarla. Prosiguió poniéndose encima de ella para notar más aún el contacto con su piel. Una mezcla de frío y suavidad recorrió su cuerpo como un estímulo eléctrico que lo llevó al estado de relax profundo e infinito que sólo ella sabía cómo conseguir. Cerró los ojos y calló dormido al instante. Su último pensamiento del día se lo dedicó a ella y fue “Dios. ¡Cómo me encanta mi puta cama nueva!”

domingo, 25 de septiembre de 2011

¿Decisiones difíciles?

Bueno, bueno, bueno, el otro día unos amigos y yo, disfrutábamos de la tarde con el pasatiempo favorito de los hombres, plantear una situación ficticia en la que hay que elegir entre dos opciones. Para que os hagáis más a la idea os pondré algunos ejemplos:

Hay preguntas positivas “¿Qué preferirías follarte a Elsa Pataki o a Megan Fox?”

También las hay negativas "¿Con quién follarías, con Carmen de Mairena o Chiquito de la Calzada?"

Alguna extraña siempre se cuela “¿Qué preferirías follarte a una tía con tres tetas o con tres nalgas?”

Luego, aparecen siempre las típicas desagradables “Si una mujer tuerta que está buenísima te ofreciera tener sexo con ella, pero primero debes penetrarle el agujero del ojo un rato ¿lo harías?”

Y finalmente mi favorita, un clásico del género “Si te pagaran un millón de euros ¿Te dejarías dar por culo?”

(De pura casualidad todas estas situaciones hipotéticas siempre tienen que ver con follar)

No nos centraremos en las respuestas de estas preguntas, aunque tendría para escribir otro blog entero. A lo que quiero ir es que el otro día me hicieron una de estas preguntas que me llamó la atención.

Como mis amigos saben, soy un adicto al chocolate. Me encanta en todas sus maneras posibles de comer; frío, caliente, negro, blanco, con leche, amargo, dulce, en virutas, en tableta, rallado, bombones, dulces bañados, encima de un gofre e incluso encima de una mujer. Y de ahí le vino la idea a un amigo de preguntarme “¿Qué preferirías no volver a comer chocolate o no follar nunca más?” Me gusta es chocolate pero no soy gilipollas. La cosa estaba muy clara, follar gana de largo. Pero me inspiró la verdad a escribir una comparativa. La comparativa entre las comparativas. A continuación analizaré los pros y los contras de las mujeres y el chocolate. Seguro que habéis leído en internet comparativas entre mujeres y cerveza (hacedlo si no lo habéis hecho), pero yo voy un paso más allá, y al igual que los antiguos hombres valientes que se lanzaban a lo desconocido en misiones de exploración, yo de una forma metafórica lo hago también, puesto que realmente no me voy a mover del sitio.

Lo primero que uno tiene en cuenta entre estos dos grandes, es que al chocolate no te lo puedes llevar a la cama... bueno sí, pero no para acostarte con él.... bueno también se puede literalmente, pero no te puedes follar a una tableta de chocolate vamos (a un donut de chocolate...). Esta es la principal cualidad que tienen las mujeres y lo que hace que ganen frente a su dulce rival, que reconocemos, está muy bueno, pero entre comerse a una mujer y comer chocolate... la cosa está clara.

Ya establecemos que el chocolate proporciona un placer menor al de la mujer, pero con la compensación de que no se queja. Esto es una cosa muy importante. Al no estar dotado de sentimientos, ni hormonas que proliferan en las mujeres, uno no tiene que estar aguantando discusiones de pareja y sucedáneos. Si al chocolate lo dejas tirado, no se va a quejar. Si sales con tus amigos en vez de comer chocolate, pues oye, vas a estar ahí esperándote cuando vuelvas, podrás disfrutarlo tarde o temprano.

Luego, la mejor manera en la que se nos puede presentar una mujer, es caliente. Si se encuentra fría tenemos que estar calentándolo nosotros mismos con el riesgo de no conseguir nuestro objetivo y que hayamos malgastado nuestro tiempo en el proceso. Mientras en el otro lado del ring, el chocolate puede degustarse, como dije antes, de infinitas formas. Da igual que esté frío o caliente. Va a estar bueno igual. En este asalto el chocolate se pone en cabeza.

Una cosa que hemos de tener en cuenta también, es que el placer del chocolate, al contrario que el de la mujer, no necesita muchos preámbulos. No hace falta que invites a una copa al chocolate, le des conversación o le lleves a cenar (Darle de comer a la comida, sería un poco paradójico). Como mucho si te quieres hacer chocolate caliente, te lo preparas en cinco minutitos y a tu propio ritmo. Otro duro golpe al bando de las mujeres, o sea que ¡minipunto y punto para el chocolate!

Ese ha sido mi juicio imparcial. Haciendo un recuento de la puntuación, así está la cosa, tres puntos para el chocolate, un único punto para las mujeres. Por lo tanto como veredicto final podemos decir abiertamente que ganan las mujeres con diferencia. ¿Os sorprende acaso? Lo que dije antes, goloso sí, gilipollas no.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Black Stories

Vuelvo una vez más a escribir sobre lo que más me gusta; críticas negativas sobre algo. Y he encontrado el objeto idóneo para criticar, se trata de un “juego” de cartas al que vi en un asadero con unos amigos. El juego se llama Black Stories.
Particularmente, los juegos de cartas y de mesa me encantan. Tengo incluso un grupo de amigos con los que quedo de vez en cuando, y dedico una tarde entera (que se suele alargar hasta la madrugada) únicamente para jugar a juegos de mesa. Dicho esto, entenderá el lector que no tengo ningún tipo de prejuicio contra los juegos de mesa ¡todo lo contrario! PERO resulta que este juego en especial me llamó mucho la atención, y no debido a su complejidad estratégica, diversión trepidante, giros inesperados en su desarrollo, etc. sino a la cantidad de marihuana que se fumó su creador para poder crearlo
Nada más echarle un vistazo, se puede observar que viene presentado en una caja en forma de ataúd. Ello da una pista al jugador, que va suponiendo que la temática del juego guarda relación con algo parecido a vampiros, hombres-lobo, asesinatos y demás. Hasta aquí ninguna queja. Luego al abrirlo el juego se compone de cartas únicamente, lo que tampoco presenta ninguna queja, pero lo bueno viene en el desarrollo principal de la “acción”
Un master coge una carta y lee una frase inicial en alto, posteriormente el resto de jugadores deben intentar adivinar cuál es la historia escrita detrás de la carta que corresponde con esa pequeña frase introductoria que acaban de oír. La frase inicial puede ser algo así como “Una mujer va caminando por la calle, cuando su bebida la mató, a pesar de que la gente pasó a su lado nadie se percató del cadáver”. El jugador novicio piensa “¿Qué coño está diciendo? ¿Cómo te va a matar una bebida? ¿Qué coño se bebió? ¿Veneno? ¿Es idiota?” Después de éste pensamiento totalmente racional, se proponen las primeras teorías básicas que evidentemente nunca son la respuesta correcta (¿Qué gracia tendría el juego entonces si se adivina al instante?), la gente suelta cosas estilo “¿Bebió veneno? ¿Se atragantó? ¿Era alérgico al zumo de papaya que se estaba tomando?” Todo muy lógico insisto.
Luego, cuando el master rechaza todas las teorías presentadas, ya empiezas a darte cuenta de que la historia a adivinar de detrás de la carta tiene que ser muy enrevesada, y que probablemente no tenga lógica ninguna. Tras media hora de intentar adivinar la carta sin resultados positivos, los jugadores suelen rendirse y acaban suplicando que, por favor, les diga la solución ya. La solución suele ser algo como: “Una vampiresa diabética caminaba tranquilamente por la calle bebiendo sangre, pero no sabía que la sangre que se estaba tomando pertenecía a un hombre obeso que sabiendo que iba a morir de cáncer de pulmón en unos días, decidió morir haciendo lo que más le gusta, comer. Por lo que se atiborró a dulces, murió, la compañía que la comunidad de vampiros tiene contratada para que le pase sangre le dio la sangre llena de glucosa, la vampiresa se la bebió, le dio un ataque, se le cayó el bolso donde tenía la inyección de insulina, como era un vampiro evidentemente paseaba de noche, debido a la falta de luz no encontró la jeringuilla a tiempo, murió y al salir el Sol la quemó transformándola en polvo que desperdigo el huracán Katrina que de casualidad pasaba por ahí aunque los meteorólogos previeron que no lo haría.” Momento de silencio...... los jugadores se miran los unos a los otros.... hasta que suelta uno “¿Qué mierda es esta?
Señores y señoras, no exagero un pelo. He descrito el juego con la mayor objetividad y realidad posible. Lo mejor, es que ante la evidente imposibilidad de adivinar la historia, el master al contar la solución, siempre suelta algo en plan “pues esta no es de las difíciles, yo la hubiera adivinado”

Me gustaría por último, resaltar el estilo que quiso darle en creador en plan friki-guay, añadiendo detalles en las historias como vampiros, enanos, goblins, orcos, hadas... Cosa que hace aún más complicado adivinar la respuesta porque, señor creador del juego, le diré que todas esas criaturas místicas que usted mete en sus historias, como la definición de místico deja claro, no existen, y su descripción, personalidad y costumbres sociales dependen del escritor, director, redactor o cualquier otro -or que los describa. Por lo que si por ejemplo, la escritora de crespúsculo hubiera intentado adivinar la historia escrita anteriormente, le hubiera sido imposible puesto que para ella los vampiros no se queman al Sol. He ahí el principal fallo de su juego. Bueno, el principal fallo de su juego no es ese, corrijo, el principal fallo de su juego es ¡que es una soberana mierda!

miércoles, 14 de septiembre de 2011

El otro punto de vista

El que me conoce, o cualquiera que se haya leído algo del blog, sabe que mi opinión sobre la actitud de las mujeres es bastante radical. Que están locas, que son personas ilógicas, su cerebro funciona diferente al nuestro, etc. son algunos de las discusiones que comparto con mis amigos en mi día a día. Pero el otro día me sucedió una cosa que expandió los horizontes de mi actitud crítica frente a la problemática de las relaciones entre hombres y mujeres.

En verdad no me sucedió nada a mi, más bien fui consciente de la situación de otra persona. Esa persona es una amiga mía que se encontraba en medio de una ruptura. Tras hablar con ella apenas unos minutos sobre lo sucedido, me di cuenta de que las mujeres también se llevan más de una sorpresa respecto la actitud de los hombres. Yo ya sabía que los hombres no somos perfectos ni mucho menos, hay mucho tío suelto que se comporta con poco o ningún respeto hacia las mujeres, como si fueran apenas un pasatiempo pasajero. Pero este estereotipo social, se refiere más bien que los hombres son unos cerdos, que no es el quit de la cuestión que quiero tratar. Lo que la situación de mi amiga me hizo llegar a pensar, es que los hombres pueden albergar cierto grado de locura en su interior.


Cómo mis amigos son más de género masculino que femenino, he escuchado muchas más historias criticando a mujeres, que a hombres, y como yo mismo soy un hombre, todos los conflictos que he vivido con mujeres me los imagino conmigo de víctima en el papel protagonista. Tras esto, y después de haber visto la situación de mi amiga pensé “¿Y si las mujeres piensan igual que yo y creen que los locos somos nosotros?" Quizá sea un sistema de defensa emocional que tiene todo el mundo; pensar que los demás estamos tarados y el único cuerdo es uno mismo. En ese caso ¿estamos todos locos? ¿o estamos todos cuerdos y nos criticamos por despecho? El enfermo mental en raras ocasiones reconoce su estado, o sea que está complicado averiguar la respuesta...

Entonces ¿En qué quedamos? ¿Quién tiene la culpa de las rupturas? ¿Se podría generalizar alguna ley de las relaciones humanas que nos ayude a evitar esto? ¿Alcanzaremos algún día las respuestas a estas preguntas? Tranquila amiga mía. Como puedes ver en este escrito, los hombres nos comemos demasiado la cabeza con muchas gilipolleces.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Los Síes ganan a los Sies por mayoría absoluta


Tras la larga jornada de recuento de votos, la campaña de los Síes, con acento, se impone por unanimidad a los Sies sin acento. Los representantes de los Síes celebran hoy las votaciones con la mayor de las alegrías, tras recibir la noticia hace apenas unas horas. "Estamos realmente felices de que el pueblo haya sabido valorar realmente lo bueno, y prometemos muchos más Síes con acento para la siguiente jornada." expresaba preso de júbilo el Presidente Ejecutivo de la Firma Síes, John Connor. Por la parte contraria, el máximo representante de la Firma Sies, t-1000, demanda que la situación fue injusta desde todo momento "Claro, la palabra que nos representaba era "si", sin acento. La gente nos tomaría como una conjunción, o como la nota musical "si" siendo muy positivos, mientras que nuestros rivales poseían el positivimos del "sí" escrito con acento. A eso se le llama publicidad subliminal". Científicos investigan las posibles intervenciones por parte de las dos firmas en las urnas para saber si realmente fueron unas votaciones limpias y seguras, como el equipo de recuento afirma. Les mantendremos informados de los nuevos resultados.

jueves, 25 de agosto de 2011

Falta de inspiración

Pues eso, no estoy muy motivado para escribir. No encuentro tema, inspiración, musas o como quieran llamarlo. A veces uno se pone a escribir sin motivo ninguno y sale alguna cosa aprovechable pero la mayoría suele ser mierda. Normalmente cuando más fluyo es cuando estoy colocado de fiesta o similares. Siempre pienso “¡Buah! Chiquita idea acabo de tener para el blog, mañana mismo me pongo a escribir”. El problema es que no soy de esa gente que sale “en plan tranquilo”. Si sales puedes tener dos objetivos, emborracharte con los colegas o ir a ligar. Si ya cumples las dos en la misma noche....Fuck Yeah! Pero como ya sabe el seguidor fiel del blog, no soy bueno con las mujeres, o sea que nunca salgo a ligar, lo que me deja entre la espada y la pared, obligandome a emborracharme (coleguísticamente hablando).

Aquí el fallo de la teoría. A la hora de escribir a la mañana siguiente (mañana, tarde o noche depende de cuando me levante, que a su vez depende de cuanto alcohol haya ingerido en la fiesta), no me acuerdo de nada de lo que pensé ayer y me vuelvo a quedar en blanco ante el portátil. He pensado en comprarme una grabadora, pero si la llevo borrachísimo por ahí, lo más probable es que me dure dos días, y los pocos días que la tenga, sólo se escuchen gilipolleces. O sea que una vez más me topo con un dilema sin solución. Podría también colocarme en mi piso y escribir seguidamente, pero tampoco voy a estar dependiendo siempre de los alucinógenos para escribir. No quiero acabar como Amy Winehouse.

Otra manera relativamente fácil de encontrar un tema para escribir es criticar algo, como una película o algo que te haya pasado últimamente. A la hora de dar tu opinión sobre un suceso puedes argumentar normalmente desde dos posiciones, que algo te parezca bueno o que te parezca un bodrio. Mi experiencia me dice que es más fácil criticar negativamente, cosa que nos encanta a los españoles (quizá sea algo cultural oye...). Cualquiera puede hacer un monólogo medianamente decente quejándose sobre algo, sólo tiene que señalar un aspecto que sea de descontento general y terminarlo con algún chiste o juego de palabras. Esto combinado con una actitud de enfadado en escena, son la clave para hacer una actuación arrasadora en “Nuevos Cómicos”, y si no me creéis, mirad monólogos de Don Mauro.

Lo realmente complicado es hablar desde el otro punto de vista, ya que, para alabar algo necesitas conocer bien lo que se critica, saber sus puntos fuertes y el porqué de los mismos. Una técnica buena para escribir alabanzas es el uso de diferentes recursos lingüísticos como la personificación (si estás hablando de un objeto inanimado claro), metáforas ocurrentes e hipérboles (exagerar desmesuradamente una cualidad). Fijaos si queréis en la entrada Crítica gama de cereales Flakes que posee muchos ejemplos de lo que hablo, o mismamente el escrito Crítica pan con tomate y pan con ajo y perejil es una gran personificación y metáfora.

Pero lo realmente complicado amigos es sin duda el final. Es donde la mayoría de personas se quedan atascadas o cometen errores estropeando la calidad del escrito. El final debe ser redondo y dar una sensación de que todo ha servido para algo. El final perfecto es el que explica el mayor número de cosas, con el menor número de palabras posible. Podéis ver un claro ejemplo de lo que hablo en el siguiente relato del gran maestro de la ciencia ficción Isaac Asimov (click here man).

¡Y fin! Bueno, ahora que me fijo.... no me ha quedado mal la entrada para ser una especie de queja que se acabó transformando en un extraño tutorial de escritura ¿no? Si me sale esto escribiendo sobrio, a las seis de la mañana y sin estar inspirado, el día que esté colocado, sea de día y me visiten las musas ¡escribo un superventas mejor que la jodida biblia! ¡Noh!*


* Noh: Expresión usada para dejar claro que la frase que precede al mismo no hay que tomarla en serio o se trata de una exageración en broma.

domingo, 14 de agosto de 2011

Juro venganza: Los secadores


El avance tecnológico se pasa ya de castaño oscuro. Estoy en un aeropuerto y acabo de venir del baño. Fui a lavarme las manos nada más. Yo iba muy contento porque me voy de vacaciones, perdido en mi ignorancia, sin saber lo que el destino me deparaba ahí dentro. Un elemento que despertaría un odio en mi irreparable e insaciable. El secador.

Odio con todas mis fuerzas ese secador, me desesperó hasta decir basta. Yo a los secadores en general no les deseo mal ninguno, pero resulta que éste específicamente lo habían dotado de una tecnología láser para que uno no tenga que estar haciendo el laborioso trabajo de apretar un botón. Cuando aprecié el detalle de la inexistencia del botón, ya pensé “Ay mi madre” como cansado ¿Me entendéis?

Total, no juzguemos antes de probar, a lo mejor no pasa nada. Pongo las manos mojadas debajo... no sale aire. “Estaré colocando las manos mal, no estaré tocando el láser, o lo que coño sea que haya que tocar” Acerqué las manos. Alejé las manos. Las subí. Las bajé. Hice figuras de perros. Luego conejos. El pino puente....nada. “Bueno, vamos a ver. ¿Dónde está el láser de esta mierda?” Después de un rato buscando el láser por todos lados, me costó mucho encontrarlo porque estaba camuflado, era del mismo color que el propio secador con un ligero matiz claro. Puta estética....

Cuando por fin consigo localizarlo, vuelvo a poner las manos, y el maldito aparato del infierno empezó a reírse de mi expulsando aire de manera intermitente haciendo imposible la labor por la que se había fabricado. Mi periplo hacia el secado de manos me tuvo tan absorto que cuando quise darme cuenta tenía una cola considerable formada detrás de mi para secarse las manos. Yo solté un “Me da que no funciona” señalando al secador para rebajar el nivel de odio que el populacho podría tener hacia mi persona. El segundo de la cola avanzó hacia el mismo con un “Deja ver” y puso las manos bajo el secador, y de repente para mi sorpresa el desgraciado gusano inmundo (el secador) se pone a funcionar como si nada. Por mi cabeza pasó un WTF? En mayúsculas tal cual. Pero físicamente me di la vuelta e hice mutis hasta la salida, eso si, con las manos mojadas todavía, problema que solventé después con el pantalón.

¿Me odia la tecnología? ¿Soy un inútil que no sabe cómo funciona un secador ? ¿ O tiene ese hombre poderes sobrenaturales con los secadores? A lo mejor es un X-men. La tecnología a veces es contraproducente. Nos está haciendo unos vagos ¡Con lo fácil que es apretar un botón! Si al final van a tener razón los de Wall-e....

miércoles, 10 de agosto de 2011

Recapitulemos


Hay gente que cuando le preguntas por una antigua novia o ligue te sueltan algo parecido a “Buf ¡Podría estar hablándote de ella toda la vida!” Yo podría estar hablando de toda mi carrera sentimental con mujeres durante 10 minutitos.


Se podría decir que la primera chica por la que deseé algo más que querer ganarle a los tazos en el colegio fue Sara. Estaría yo en 4º o 5º de primaria. Jamás se lo dije ni mostré mis intenciones (y mira que era fácil en esa época, pedías “trabe” a las pibitas y punto, no había ni que emborracharlas ni nada). Al final se fue con mi mejor amigo de la época. Cuando le pedí explicaciones me soltó “Haberle pedido rollo tú antes”. Este mismo colega me dejó tirado cuando me atropelló un coche en la calle para ir a comprarse el MGS2. Hombre, el Metal Gear es un juegazo pero...¿No parece eso de muy buen amigo verdad?


La segunda fue Davinia que tenía la cara más preciosa que yo haya visto nunca. La conocí en 4º de la E.S.O. y una vez más me tropezé con la misma piedra y nunca le dije lo que sentí. Ni siquiera le mostraba mucho interés, ya que tenía novio, y eso para un chico tímido como yo, era una barrera imposible de solventar. En esa época las relaciones con las mujeres eran todo un misterio para mi. ¡Aficionado!


La siguiente fue Tatiana. Digamos que a estas alturas (bachiller) ya había bajado le listón un poco. Dejé de fijarme el las diosas inalcanzables de la clase y me centré más en las posibilidades que se le ofrecían a un chico delgaducho y tímido como yo. Aquí por fin pude dar el primer paso. La besé. Yo tenía intención de respetarla (¡Qué iluso era!) y tratarla como a una reina. Pero la cosa duró poco. Exactamente hasta que decidió irse con el kinki del barrio que acabó por comportarse como un subnormal con ella. Y yo como un buen AMIGO a hacer de pañuelo, tragándome las quejas y penas que ella me contaba de su relación, que si no le tenía estima, no pensaba en ella, se la metía sin vaselina.... Este fue el primer bofetón sentimental que tuve en mi vida y me ayudó mucho a salir del barro. Conclusión: respeto 0, ser un cabrón con las pibitas 1.


En la época cuando comenzé la universidad destaca Yesica , el primer amor correspondido de mi vida. Me encantaba esa mujer. Era una fiera en todos los aspectos, incluso me entró ella a mi, no tuve que hacer nada por ligármela. Yo le gustaba a ella, y yo aprecio mucho a la gente con buen gusto. Con esta mujer empezé a sospechar que las mujeres están locas, todas, en mayor o menor medida. Esta tía se salía de la gráfica del locómetro. No me meteré en detalles pero quería llevar las cosas demasiado rápido. Acabé rompiendo yo con ella.


Y ahora nos trasladamos a la actualidad, a la época de trabajador honrado. Mi teoría sobre la locura de las mujeres fue ganando peso con el paso de los años gracias a mujeres como mi madre, la novia de mi hermano y alguna compañera ocasional. Pero el dato decisivo que me hacía falta era Jazmina. Disfrutamos de una larga..... cosa... que no sabría bien como definir. ¿Salíamos? ¿Amigos con derecho? Ni idea sinceramente. Ella era alérgica a las relaciones de pareja y a la palabra amor. Yo no insistí demasiado en el tema, puesto que temía que si le daba el coñazo la perdería. Pero una vez más me equivoqué. La cosa se acabó hace una semana y media, debido a que ella estaba cansada de esperar. “¿Esperar qué?” pregunté yo. Resulta que lo que quería era justamente lo contrario a su actitud, ni siquiera me lo manifestó en ningún momento, quería alguien con quien compartir su vida. “Ehhhhhmmmm ¿No me habías dicho que esas cosas no te gustaban?”.

Yo actual: A ver antiguo yo, te digo desde ya que las mujeres dicen muchas cosas y ninguna sabe lo que quiere, y si de casualidad lo sabe no va a decírtelo. Ellas intuyen que sus pensamientos se trasladan por el aire y no es necesario decir esas cosas. ¿Acaso no viste que te dejó claro que NO quería entrar en una relación? ¡Debiste haber intuido que quería salir contigo hombre!

Antiguo yo: Pero espera un momento... si quería algo serio ¿Por qué no dio el paso ella y me lo dijo?

Yo actual: JAAJJAJAJA ¡Iluso! ¡Te crees que las mujeres están a tu servicio? Hazte a la idea de que es totalmente lo contrario. Una mujer no te va a decir que le gustas antes que tú lo hagas, no te besará antes que tú lo hagas y nunca te va a pedir salir. Y si de un casual te topas con la mujer que es la excepción que confirma la regla que te acabo de decir. Alejate de ella como alma que lleva el diablo, ¡Porque esas son las más locas!

Antiguo yo: No sé, no entiendo una mierda de lo que piensan las mujeres. No pueden ser tan diferentes a nosotros, al fin y al cabo, hombres y mujeres somos humanos, compartimos un 98% de la información genética.

Yo actual: Tranquilo ya estás curado de espanto, ya se te pasará la tontería créeme. La teoría aquí no sirve de nada. Tú quédate con una palabra

Antiguo yo: ¿Cuál?

Yo actual: Locas

Antiguo yo: Locas everywhere.

martes, 9 de agosto de 2011

A lo Miguel Noguera


Miguel Noguera es un cómico/showman/libre pensador/fumeta (esto de fumeta es sólo sospechado) que ha actuado haciendo lo que él denomina como Ultrashow. En estos Ultrashows él explica ideas, a veces absurdas, a veces lógicas y a veces autrodestructivas en sí mismas. Explicar lo que hace Miguel Noguera y porqué hace gracia, es un reto que dudo que mucha gente pueda resolver por ello os dejo un vídeo de una de sus actuaciones y posteriormente un pequeño escrito que desarrollé inspirado en él. Espero que os guste



A lo miguel noguera

Una mujer, bueno más bien una chavala. Supongamos que es la reina del instituto. La típica tía rompedora, está impresionante, es rica, tiene descapotable, sale con el capitán del equipo de rugby y tiene una amiga zorrona que se llama CIndy. Ambas se llaman putas a la espalda, pero cuando están juntas ¡Oye! Amigas de toda la vida. ¡Pues este cacho de zorrón! Todos los que han estado enamorados de esta piba sin tener el sentimiento correspodido la llaman zorrón. Reafianza su actitud de zorrona al hablar con los pardillos del instituto, ¡Para darle falzas esperanzas! Es como los gatos, cuando tú quieres coger uno y acariciarlo porque te gusta, huye de ti. Pero en otras ocasiones en que tú no quieres cogerlo ni nada, o sea estás abriendo la nevera o algo, pues el gato viene y se roza contra tu pie ¡Y luego se va! ¡Porque no quiere nada contigo! Así es esta tia de instituto. O sea ¡La tía sabe que los hombres la desean pero que ni de coña se acostaría con ninguno de ellos ¡y eso es lo que le gusta ¡El sentirse deseada! ¡Se regocija en el sufrimiento de los demás! Es como el nazi que mataba judiíos y decía "Oye esto está de puta madre, hago lo que me gustan y me pagan. Mejor que ser actor porno". Luego van los de la policía militar interna nazi y lo matarían. ¿Cómo va a estar viendo porno un nazi por dios? ¿Lo matarían realmente? ¿Estaba socialmente aceptado que los nazis vieran porno? Yo creo que no.

domingo, 10 de julio de 2011

Nuevo documento de Microsoft Word


Me hayo anonadado ante un suceso que me acaba de ocurrir. Resulta que motivado para escribir decido abrir el Microsoft Word 2007, el que tengo yo de toda la vida (bueno, no toda la vida, desde el 2007, pero me he acostumbrado lo suficiente a él para poder usar esa expresión), y muy amablemente me salta una ventanita en la esquina inferior derecha de la pantalla que me dice algo en plan “¡Actualice su antiguo Microsoft Word 2007 al nuevo Microsoft Word 2010! ¡Es más rápido cómodo y eficiente! ¡ Y es gratuito!”. Convencido ante tales argumentos, decido pinchar y poner al día el software, a ver si los demás programas van a reírse de él por no ir a la moda...

Tras ignorar varia parafernalia de “Si acepto”, “Siguiente” y “He leído y acepto las condiciones del servicio”, al fin estaba a mi alcance el maravilloso Microsoft Office 2010, o eso pensaba yo. Resulta que al abrirlo, me pide el código de activación de producto, a lo que pensé “Tiene que habérseme pasado en las condiciones del servicio, me dijo la ventanita que el producto era gratuito, y dudo que sea víctima de la publicidad engañosa”. Me las apañé para volver al texto donde salían las condiciones del servicio para buscar el código de activación. Lo leí por encima inútilmente puesto que no se encontraba ahí, no guardaba muchas esperanzas de conseguirlo la verdad.

Así, tras rebuscar entre los suburbios de la tan efímera legalidad de internet sin ninguna recompensa, la teoría de la publicidad engañosa estaba ganando peso. Como me sentí muy estafado por Microsoft, decidí contraatacar optando por la piratería y fui a buscar la clave de acceso en internet. No soy un gran informático, aunque domino algunos de los truquillos de búsqueda online, pero los recovecos que posee la red son demasiado amplios y la publicidad pornográfica me despistó lo suficiente como para desestimar la idea tras media hora de intentarlo.

Total, que uno con las cosas de la informática pierde la paciencia rápido, y más aún después de que le engañen como a un chino. Y por ello estoy una vez más derrotado por la vida, escribiendo para desahogarme. La única diferencia es que ahora lo hago en bloc de notas. Puto Microsoft...

sábado, 9 de julio de 2011

Visita a la fábrica de tartas


Si eres un hombre heterosexual y posees amigos de tu mismo género y orientación sexual, sin duda te habrás visto metido en un evento social bastante curioso. La cosa comienza cuando uno de tus amigos comenta lo buena que está una conocida o amiga suya. Esta afirmación, el resto de congéneres la interpreta como una ofensa personal y comienza un ritual que camufla una lucha por ascender en la escala social. Cada uno del resto de participantes de la conversación, exhibe una aspirante al premio "Tia más buena de la noche", y a medida que las describen van realzando sus virtudes con frases típicas como "Tiene una pechonalidad que agüita" o "Va con la verdad por delante" (Con las manos haciendo un gesto que indica que tiene grandes pechos).

Cada uno pinta su candidata de la mejor manera posible, la única norma es que la chica tiene que tener cierto contacto con su abanderado. Pero como el resto de hombres que conforman también el jurado, desconocen la imagen real de las mismas, es aquí donde llega el punto cúlmine de la celebración, cuando el evento alcanza el climax enseñando el tuenti de sus hembras representantes. Acabamos torturándonos enseñándonos diosas que difícilmente estarán a nuestro alcance en un futuro, y de ninguna manera podremos disfrutar de ellas de manera inmediata. O sea que ¿Por qué lo hacemos realmente? ¿A que instinto primitivo del hombre responde este suceso social? Bueno al de follar, eso está claro. Pero ¿No hemos aprendido lo suficiente como para ver claro que sólo conseguimos autoflagelarnos con este tipo de discusiones? Es como cuando estás fumadísimo y empiezas a hablar de comida, aún a pesar de que no hay nada parecido a un bocadillo a 1 km a la redonda.

Adelantándome a mis competidores, yo tengo agregadas mujeres en el tuenti, las cuales no conozco de nada, pero considero que están lo suficientemente buenas como para poder alcanzar el podio de lo que yo he denominado como el efecto "Visita a la fábrica de tartas". Ahora que lo pienso... a ver si Elsa Pataky tiene tuenti... yo creo que si digo que es prima segunda mía...

martes, 5 de julio de 2011

Crítica pan con tomate y pan con ajo y perejil


Recientemente he descubierto una gama de productos Hacendaño que me han llamado la atención lo suficiente como para dedicarles una entradita. Se trata del pan con tomate y pan con ajo y perejil. Ahí va:
En la era de oro del hombre, existió una ciudad llamada Mercadona. La historia se centra en un elegante, fornido y sobre todo sabroso caballero que habitaba en la misma ciudad, Ser Pan con Tomate. Nuestro héroe era querido por todos los habitantes y visitantes habituales de Mercadona. Gozaba de una gran popularidad, todos querían tenerlo a su lado y gastar tiempo con él. Su perfumado aroma atraía hasta al más recatado y su gusto no tenía comparación entre los demás habitantes del reino. Pero Ser Pan con Tomate cargaba con una terrible maldición ¡Tenía un hermano gemelo! Y no un hermano gemelo cualquiera, sino un ¡Hermano gemelo malvado! el Dr. Pan con Ajo y Perejil.

Dr. Pan con Ajo y Perejil era un científico loco que vivía en la misma ciudad y la gente recusaba. Era conocido por su antipatía y sus disparatados experimentos. Al no poseer él la capacidad del gusto exquisito que tanto envidiaba a su buen hermano, su ambición era intentar que todos sintieran la desesperanza de comer y no notar sabor alguno en la comida. Sin duda muchos incautos forasteros caían en sus trampas embaucados por las falsas promesas que profería el Dr. Pan con Ajo y Perejil. Dejándose guiar por el parentesco que guarda a su hermano Ser Pan con Tomate, y por los agradables estímulos y recuerdos que le acuden a uno a la cabeza al pronunciar el nombre del maléfico Doctor, los viajeros pensaban que disfrutarían de un agradable rato en la morada del susodicho. Pero cuando notaban la inexistencia de ese sabroso placer que su anfitrión les había prometido, ya era demasiado tarde para echarse atrás.

Cuenta la leyenda que Ser Pan con Tomate y el Dr. Pan con Ajo y Perejil deberán enfrentarse un día el uno al otro en una batalla en la que, al igual que "Los inmortales", sólo puede quedar uno.
Para los que no pillaron la metáfora, el texto quiere decir que el pan con tomate está buenísimo, y el pan con ajo y perejil no tiene sabor, parece que comes pan solo y es semejante al feto de un aborto de mono prematuro con síndrome de Down. Aunque supongo que es cuestión de gustos, como todo...

lunes, 4 de julio de 2011

El misterio de la existencia humana


El otro día mantuve una conversación con una antigua novia, que la verdad, me dejó patidifuso. Charlábamos plácidamente de los viejos tiempo (al menos eso pensaba yo), recordando buenos momentos, hasta que ella decidió sacar a relucir la punta de lo que sería el enorme iceberg, que chocaría contra nuestra agradable charla y la hundiría en el fondo del mar. Con una frase que no venía al tema y fue más o menos por el estilo de "Jajaja si ya, es que tú en esa época eras algo gilipollas" . ¿Perdón? ¿Disculpa? Hace un segundo me decías que te lo pasabas muy bien conmigo ¿Y ahora me sueltas esto? Aquí hay gato encerrado...

Tras pensarlo unos segundos descubrí lo que estaba pasando. Tanto recuerdo bueno, le hizo recordar porqué lo habíamos dejado, y seguramente en su línea de pensamiento, el siguiente punto en el que pensó fue en "mis horribles y espantosos" actos hacia ella. No queriendo dejarse esa espina clavada, me había soltado esa frase para que le preguntara el motivo de la misma, y ahí empezar a echarme en cara cuan cabrón había sido. Me di cuenta de que estaba pisando arenas movedizas.
Como descubrí la trampa a tiempo, decidí evitar por todos los medios el caer en ella. Por lo que le solté algo como "Si cosas de críos ¿Qué le voy a hacer? xD" (un xD al final de las frases para que se note que no me lo tomo con seriedad). Ella insistió en su empresa y me siguió insultando muy poco disimuladamente y soltándome puntas, que yo esquivé hábilmente sin darle pie a que continuara nuestra conversación por el camino que ella pretendía.

Pero sus comentarios fueron en aumento cual bola de nieve cayendo colina abajo, y entre eso y que en algún momento de la conversación la tuve que cagar en alguna parte, me vi metido en la peor de las situaciones que un hombre querría estar, a la 1 de la mañana, discutiendo con una ex-novia mis antiguos fallos.

Yo me atrincheré como pude en un bunker cerrado a cal y canto a ver venir su ataque. En cuanto intentó penetrar mis defensas, yo acudí rápidamente y salvé la situación. Ni me dio tiempo a celebrar mi fugaz victoria, ya que, yo estaba preparado para neutralizar cualquier ataque por cualquier frente, pero lo que no me esperaba era una lluvia de ataques constantes por todos lados. Yo intentaba frustrar todas sus ofensivas, pero eran demasiados frentes para un solo hombre y al final perdí la conversación.

Derrotado, no sé cómo ni porqué, acabé pidiendo perdón por cosas que pensaba que eran gilipolleces o que estaban totalmente dramatizadas. De repente me di cuenta de cuál fue el error que cometí, el haber empezado a discutir. No tenía posibilidad de ganar esa conversación. Me iba a atacar hasta que me rindiera, y si se quedaba sin argumentos, cogería pequeños fallos y los explotaría hasta que pareciera que rompimos porque dejaba la tapa del baño levantada. ¿Y porq qué no expuse yo sus defectos? La mejor defensa es un buen ataque ¿no? ¡Uf! Aquí cuidado gente, porque no importa que se cague en tu familia entera que como te atrevas a contraatacar se va a hacer la víctima de una manera tan brutal que vas a parecer más despiadado que el culpable del 11-S.

¿A qué venía toda esta parafernalia a estas alturas? ¿Qué tipo de motivación podía tener para intentar hacerme sentir mal después de tanto tiempo? Preguntas incomprensibles para mi. El misterio que es la existencia humana es una incognita que se ve eclipsada ante el inexplicable y caótico proceso que sucede en la mente de una mujer, traducido paradójicamente con las dos palabras "pensamiento femenino".