lunes, 17 de diciembre de 2012

Crítica: Está de moda ser culto

 (¿No os despista leer con el humo del mono moviéndose en vuestro campo de visión? No me gusta eso, pero está tan guapo el mono... y es tan conveniente para el escrito...)

Te lo digo directamente, sin metáforas ni rodeos. Al igual que antes la gente se vestía con pantalones de campana, camisas de flores, se montaban en sus volkswagen y se liaban a fumar porros (aunque esto último ha existido de toda la vida de Dios), ahora si tienes gafas, pones en tu tablón de facebook que te gustan los cuadros de Dalí y subes fotos retocadas en el photoshop y sacadas con tu reflex de quinientos pavos en modo automático, tienes que ser muy tonto para no pillar cacho con alguna otra ignorante de tu estilo. Pero bueno, yo siempre he dicho que a mi la vida de los demás, mientras no te dediques a matar o a violar peña por ahí, me la reflanflinfla. Me da igual que te regocijes en tu mediocridad y te sientas importante contando los me gusta de las fotos que compartes. Pero como persona humana que soy, me gusta reírme, y como español que soy, me gusta criticar al vecino, y tú me lo pones muy fácil, amigo.

 No puede uno estar tranquilo en el ordenador (porque uno de los grandes culpables de todo esto es la facilidad de internet, que ya lo dije en su momento) sin recibir trescientos comentarios tipo "Escucha mi nuevo tema que te va a gustar ;)". Así, con un guiño en plan soy tu colega de toda la vida pero hago como que no te conozco cuando me cruzo contigo en esa aburrida vida real, o "He actualizado mi galería de fotos, échale un vistazo a ver si te gustan". Amig@, cuando te publiquen tus fotos, escritos, poemas o canciones en alguna parte, habrán pasado el filtro de selección que poseo para poder prestarles un minuto de mi para nada ajetreada vida.

Y no se crean que huyendo del mundo virtual están a salvo, no señor. Hay muchos de estos especímenes en nuestra sociedad. No sólo operan en facebook, tuenti, twitter, google+, Myspace, tumblr, flickr, blogspot, instagram, Hi5 y demás secuestradores de vida que la red de redes posee, también incluyo al cani que pone la música a tope cuando pasa con su renault 4 tuneado por el barrio, ahí, que la gente vea que te has comprado el último disco de Héctor y Tito, o al que pone el volumen de su equipo a tope y abre puertas y ventanas para que todo el vecindario pueda disfrutar de un poco de bacalao a las diez de la mañana (evidentemente una hora de dormir). La cuestión es la misma. Difundir los gustos personales a todo quisqui. Mira lo que escucho, qué bueno es y qué buen criterio tengo. Pues eso es lo primero que te falta, amig@, criterio.

Porque lo primero que haces es vomitar. Le vomitas tus "obras de arte" a todos tus conocidos esperando que, entre que tienes dos mil cíber amigos y escupes setecientos trabajos al mes, alguno habrá que haga el epopéyico esfuerzo de dedicarte un "me gusta". Pues no, amigo. Esto no es una cuestión de probabilidad, o no debería serlo. Porque seguro que entre tu "círculo" de "amistades" encontrarás algún otro cateto que no le choquen las neuronas lo suficiente como para discernir entre tus dibujos de naruto y La persistencia de la memoria, y te diga algo como "Me encantan tus cuadros, sigue así y llegarás a ser un gran artista algún día", por supuesto, la ignoracia confunde excelencia con mediocridad.

Pero bueno, es fácil ser un artista en internet, por eso hay tantos. La red te pone los medios y materiales que necesitas, y a la vez te evita estar presente para recibir los tomatazos. Aunque, bueno, quizá me equivoque. Quizás no haya tanta gente con falta de vergüenza y autocrítica por ahí. Puede que lo hagan... simplemente para molestar, para joder. Hay mucha calaña de ese estilo en este país. Sin embargo, yo soy de esos ilusos que piensan bien sobre la voluntad ajena. Aplico normalmente la navaja de Hanlon, que dice "Nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez". Y estupidez no nos falta...

martes, 11 de diciembre de 2012

Quizá nunca leas esto. Igualmente te lo dedico.

Últimamente me acuesto muy tarde. Es por culpa de que salgo mucho de fiesta y me encanta dormir hasta las cuatro de la tarde si hace falta (ahí, fusionando el dormir con la siesta). Ese placer de estar en la cama sintiendo como el calor te arropa y no hacer nada con tu vida, es lo mejor que hay en el mundo, y si encima te has saltado dos o tres clases, ni te cuento. Pues cuando uno se queda despierto hasta las cuatro, cinco o seis de la mañana, pues tiene que buscar algo en lo que ocupar su tiempo "libre", y la verdad que no sé si es por la nostalgia o lo taciturno que me pone la noche estrellada, que me da por mirar fotos.

Veo fotos de muchos tipos. Básicamente, porque me encanta huronear, como la vecina chismosa del segundo que se asoma por la mirilla el busca del último cotilleo de la pareja de en frente, y la verdad que con el facebook lo hace maravillosamente fácil, tan fácil, que a veces tengo una sensación de saturación sentimental que ya no sé si sentirme bien, mal, melancólico, alegre o yo qué coño sé.

Al contrario que muchos jóvenes a reventar de hormonas (y otros no tan jóvenes), no suelo buscar fotos de mujeres que toman por estudio fotográfico el baño de su casa y adoptan posturas de películas porno, apoyadas contra la pared con el culo en pompa, en plan "Éste es mi culo, sí. Y con esta foto dejo claro que es menos privado de lo que te piensas". Realmente me van más las fotos que ofrecen expresiones y mensajes. La foto de una sonrisa en la playa, de un paseo por un puente o haciendo el idiota con los amigos.

Pero últimamente suelo acabar siempre en el mismo sitio, fisgoneando siempre el mismo facebook. Uno cuyas fotos me encanta. Porque rebosa tanta alegría que sale de la pantalla, te escupe en la cara y acabas pensando "Si la mitad de la gente fuera la mitad de feliz que esa mujer, este jodido mundo sería un lugar mejor". Me parece tan inocentemente feliz, que me motiva a levantarme de la cama a las seis de la mañana, teniendo clase dentro de cuatro espeluznantes horas, a encontrar un poco de inspiración y escribir.

Espero que ningún problema, ni ninguna mal nacido te robe nunca la felicidad que tan naturalmente sabes contagiar.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Crítica: Una señal contradictoria

Pues resulta que un día, sin quererlo ni beberlo, te sorprendes a ti mismo teniendo una charla con Sara, Lola, Angustias, Rigoberta o como demonios se llame la chica que te gusta de tu clase. Tú le cuentas algún chiste que le saca la risa, y ella sorprendetemente no te habla de como su ex-novio se la metía sin vaselina, todo lo contrario, comparte contigo buenas anecdotas de algún viaje e historias locas de borrachera. Vamos, que estás hablando con ella a gusto, tan a gusto que empiezas a ser optimista y mientras disimulas como le miras las tetas piensas "Coño, pues quizá acabe follando y todo".

Todo va bien, hasta que sucede un evento que te deja patidifuso. Tú acabas de soltarle un comentario gracioso y ella mientras con una mano se tapa la cara de la risa, con la otra te propina un puñetazo en el hombro que ríete tú de las hostias que se dan los de Smack Down, y continúa riéndose como si no hubiera pasado nada. ¿Y qué haces tú ante tan fortuito evento? ¿Te enfadas? ¡Error! Porque si te enfadas luego quedas tú como un antipático. Sí, querido lector, esas son las contradicciones que rigen nuestra sociedad. Si te enfadas después de que te pegue una hostia alguien que se está riendo, el malo eres tú. Porque claro, que te peguen es una cosa super divertida y super graciosa, los boxeadores gozan de una salud exquisita gracias a la risoterapia que su profesión les aporta. Así que sigues con la conversación tranquilamente disimulando todo lo que puedes el dolor de tu brazo, pero con los cinco sentidos en alerta por si acaso se le vuelva a ir la pinza, poder esquivar el siguiente ataque.

Aceptas este hecho como un brote más de la para ti incomprensible actitud que las mujeres tienen, hasta que un día cualquiera hablando con alguna amiga, te dice que a aquella chica le gustabas.
Yo - ¿Cómo le voy a gustar? Si me pegaba cada dos por tres.

Amiga aleatoria - Serás tonto. Si una chica te pega es síntoma de que le gustas.

Y ahí queda la cosa. Como si fuera totalmente normal pegarle a la gente que te mola. ¿Por qué lo hacen? ¿Le zurrarán también a sus padres cuando llevan tiempo sin verlos? Pues en las bodas en vez de acabar llorando acabarán a tortazos limpios. Menos mal que no llegó a enamorarse de mi porque me hubiera soltado una paliza tranquilita. Si es que yo sabía que las relaciones sociales con las mujeres no siguen las leyes de la lógica, pero tampoco me podía imaginar que pegarle a alguien fuera un acto de cariño. Si al final los maltratadores sí que van a estar diciendo la verdad con eso de que la querían, lo que pasa que la querían demasiado ¿no?

¿Qué queréis que os diga? A mi eso de estar recibiendo porrazos no es que me agrade demasiado, ni aunque vayan con todo el cariño del mundo. Aunque si uno tiene que hacerlo para follar, pues vale, pero que me firmen primero un papel con la cantidad de hostias a recibir en relación a la cantidad y calidad de sexo que voy a obtener. Que no me la juego cortejando a una mujer que atiza más que el padre de Michael Jackson para luego quedarme con dolor de huevos, no señor. Y es que se nota que tratar con mujeres, es una relación amor-odio-dolor de hombro.