martes, 21 de enero de 2014

Crítica bolsas de mezclas de frutos secos

Muchos son llamados, pero pocos los elegidos. Siempre que recuerdo el tema que trataremos a continuación, viene a mi cabeza también este famoso dicho. Aplicado al tema sería como que muchos lo intentan, intentan conseguir la perfección de cantidad, calidad y proporción, pero son tanto los errores que uno puede cometer a la hora de llevar a cabo esta tarea que, básicamente, se requiere un gran conocimiento y experiencia para ser uno de los elegidos. Sí, tus "sospechas" están en lo cierto. Como has leído en el título estoy hablando de las bolsas de mix de frutos secos.

La curiosa historia de los frutos secos variados, nos revela que se trata de un arte tan complicado como milenario. Cuenta la leyenda que la mezcla de frutos secos nos llegó gracias a los viajes de Marco Polo a la China, junto con los spaghettis, dónde existía gran cultura de este ancestral piscolabis, pero que debido al gran afán de los italianos de la época de succionar con la boca cosa largas, flácidas y alargadas, el invento quedó a un lado en la época. Posteriormente, un historiador español experto en Marco Polo descubrió un diario del mismo que le revelaría la antigua receta china de la mezcla de frutos secos, y lo ayudaría a montar la mayor cadena de distribución de frutos secos variados del mundo. El nombre de aquel historiador era Ricardo Casas y originó el negocio de Casa Ricardo (cambió el nombre pos cuestión de marketing...). Ricardo pudo crear un gran imperio secofrutil, pero debido a que una de las hojas del diario de Marco Polo estaba arrancada y que como no existían los viajes low cost, viajar a China te salía por un pico, nunca pudo copiar exactamente la receta original china de la mezcla, y ésta se perdió para el mundo occidental para siempre, siempre jamás.

 Pero bueno, dejemos la clase de historia que no quiero aburrir, y empecemos con la clase teórica culinaria que seguro que entretiene más. Hemos visto (y a continuación comprobaremos) que encontrar la receta perfecta de mezcla de frutos secos es difícil, pero lo que no es difícil es hacer una buena mezcla de frutos secos si tenemos en cuenta que existen una serie de pecados capitales de los frutos secos que debemos evitar, que aunque respondan a un sentido común basiquérrimo (no existe esta palabra, pero escribo yo y conjugo como me da la gana), parece ser que no todo el mundo tiene buena conexión con sus dendritas para que las neuronas le rulen bien...

El primer consejo es el más importante de todos, y le pondré un título con mensajes subliminales sexuales como "Que en tu boca sin mirar se meta, todo lo que en la mano te quepa". Viene a decir básicamente que las mezclas de frutos secos son para, obviamente, meterte un puñado de frutos secos aleatorios en la boca sin ver qué te estás comiendo. No hace falta inspeccionarlo previamente. Los consumidores confiamos en lo que las empresas nos venden con fe ciega. Si nos comemos golosinas veredes, elásticas, que brillan en la oscuridad cuando las dejamos tres horas al Sol y que luego nos ponen la lengua tricolor ¿por qué íbamos a desconfiar de los frutos secos que son naturales, mirándolos y analizando cada montoncito que nos llevamos a la boca? Pues os diré por qué debéis hacerlo, por los retrasados que añaden pipas a la mezcla.

Que conste que soy fan número uno de Churruca, Pipachic y Pipas G, pero igual que Irene Villa y King África, hay cosas que por respeto, no se pueden mezclar. No me parece nada agradable el estar comiendo frutos secos y que de repente me meta una pipa en la boca. Que rompa la cáscara y se acople inseparablemente al bolo alimenticio formado por comida que sí es comestible. Y tampoco me apetece nada estar separando todas las pipas a un lado y comérmelas después. Para eso me compro un paque de pipas aparte, joder.

Y no me atreveré a nombrar a aquellos que cometen la aberración de añadir pipas de calabaza (que son el hazmereir de las pipas), porque estaría soltando improperios aquí hasta que el mundo se acabara.

Otro consejo fundamental que debéis seguir para triunfar en el mundo secofrutil es: No te salgas de lo básico. O sea, frutos secos, y ya está. Ni fruta, ni galletitas, ni pescaditos salados, ni demás temtempiés servidos al por mayor que sean carne de mesa de cumpleaños infantiles.

Ya por último (porque si no me queda una entrada exageradamente larga) y por ello más importante: Nunca, bajo ningún concepto, en ningún momento, ni debido a la presión social, ni aún siendo torturado, añadas pasas a los frutos secos. Eso. No. Se. Hace. Más de uno sabe ya mi cruzada contra las pasas, y puede llegar a pensar erróneamente que deliro demasiado en mi ligero empeño de exterminar a toda pasa viviente y todos sus defensores, pero ahora mismo esto responde no sólo a mi manía persecutoria, sino también a un motivo de peso que me parece que deben cumplir todos los paquetitos de frutos secos. Deben ser crujientitos.

Y atención que no uso crujientes, sino su diminutivo, crujientitos. Porque crujientes son los celeares, que con cada mordida crujen en tu boca (captain obvious). Los frutos secos deben crujir unicamente de primeras, presentar batalla al principio, pero rendirse fácilmente para transformarse en una papilla gustosa que se deslize por nuestro gaznate fácilmente.Un bolo alimenticio en condiciones. Que no parezca que me estoy comiendo un jodido erizo de mar sin pelar, por favor.

Finalmente, espero que no os haya ayudado nada este escrito, porque, digámoslo directamente, no hace falta tener un cociente intelectual superior al de un chimpancé borracho para saber preparar decentemente esta delicatessen. Vamos, son frutos secos, no hay que cocinar, ni preparar nada. Es jodidamente complicado hacerlo mal.

miércoles, 8 de enero de 2014

Críticas varias de películas

Como hace un par de semanas que no publico y estoy medio desganado ahora mismo, he encontrado una solución que es una especie de sucedáneo de crítica para que yo me libre una semanita más de mi conciencia de bloguero, que me persigue cuando estoy demasiado tiempo inactivo, y ustedes podrán disfrutar de unas maravillosas críticas cinéfilas sacadas de mi cuenta de filmaffinity.

Allá van:


1º Pasión por el triunfo 3
Ya por el título os esperaréis un bombazo de taquilla. Una tercera parte de una película de patinaje sobre hielo ¿A quién no le atrae la idea de pagar los seis euros que sale el cine actualmente por verla? Antes de que empiece a despotricar os dejo con la crítica:

No es una pérdida de tiempo

Sin duda, ver "Pasión por el triunfo 3" no es una pérdida de tiempo. Es más una inversión, un ahorro, ya que la película contiene el argumento vulgar e infantil de una cantidad ingente de películas por el estilo ya existentes , y su visualización nos ahorraría tener que tragarnos la misma historia aburrida y evidente, una y otra vez. Perdón, no os dejéis engañar por la ironía de mi primer comentario, no me gustaría que hubiera más víctimas de esta "película". A no ser que tengáis cinco años o un muy mal gusto por el cine, procurad invertir en otros hobbies la hora y media de soporíferas escenas que nos ofrece Stephen Herek.

(Por cierto, no se pierdan el gran trabajo de esa gente que tanto queremos, de nuestros amigos y vecinos, los magníficos e inigualables traductores de títulos de películas. Han pasado de "The Cutting Edge; Fire and Ice", a "Pasión por el triunfo 3". Dan en el blanco tanto como yo cuando juego a los dardos tras un par de cervezas, bueno, sin tomar ninguna cerveza sigo siendo malísimo a los jodidos dardos...)
2º El curioso caso de Benjamin Button
Aclamada por muchos como película de indispensable visualización, y por otros tantos como cine de culto, yo soy más de la gente que es valiente y se atreve a llevarle la contraria al público diciéndo que es una puta mierda. O sea, en verdad no está tan mal, pero... bueno, lo descubriréis leyendo la crítica.

Ligera sobrevaloración

Hay dos cosas que me han llamado la atención, una interna en la película y otra externa, aunque ambas están relacionadas directamente. Caí en la cuenta de la primera con una escena en la que Brad Pitt sale ya joven, conduciendo su vieja motocicleta con una mano, gafas de sol, el pelo al viento y mirando al horizonte. En ese momento recibí una epifanía y me pregunté "¿Quién es exactamente este tío?"
Spoiler mode on:
Porque yo pensaba que ésta iba a ser una película en la que me venderían algo más que un guaperas de protagonista. Pero a medida que pasaba la larga historia, me di cuenta de que nuestro amigo y vecino, Benjamin, es un hombre de una tranquilidad tan inalterable que no llora, maldice, se entristece o llega a arrugar su gesto milimétricamente cuando sus amigos mueren delante suya en una guerra cruel, o se encuentra en el funeral de su propia madre.

Viendo la carencia de sensibilidad que se le ha dado al personaje, me ataca el segundo pensamiento ¿De verdad recibió una nominación de los Oscars al mejor actor? ¿Por interpretar un personaje carente de alma y expresividad? ¿Por un personaje que me cabe la gran duda si es realmente humano? Mundo loco el de Hollywood...

Comprendo al que le guste el film porque no se puede negar que sea una buena película, la historia es orginal, emotiva y logra hacerte empatizar con las situaciones, pero el personaje de Button es insalvable.
3º La vida secreta de Walter Mitty
Para demostrar que no soy un torbellino de negatividad, aquí va una crítica positiva. Le tengo que dar las gracias también a esta película, no sólo porque me ha parecido buena, sino también por darme la idea de poner esta publicación y ahorrarme escribir un poco, y todo el que me ahorre escribir se merece mi agradecimiento más sincero.
Leed lo que me ha pasado

Llevo un par de minutos mirando al pantalla en blanco pensando en qué escribir para demostrar cuánto me ha gustado la película. Buscando frases originales, alguna metáfora o culminar con una hipérbola divertida, pero he decidido que contar con detalle lo que me ha pasado desde hace quince minutos hasta ahora describe perfectamente mi opinión del largometraje.

Tras llegar a mi casa de ver la película en el cine he entrado directo en el ordenador para rescatar mi antigua y olvidada cuenta de filmaffinity y puntuar la película. No me acordaba de la contraseña, por lo que me puse a probar diferentes combinaciones posibles que sospechaba pudieran ser la correcta. Tras varios infructuosos intentos, tuve que pinchar en ese link tan útil de "¿Ha olvidado su contraseña?" para que me dieran una contraseña nueva y la enviaran a mi correo, por desgracia... mi antiguo correo eléctronico del cual también he olvidado mi contraseña. Tras este revés del destino que me devolvió a la carcel de la que intentaba salir sin pasar por la casilla de salida, vuelvo a intentar tropecientas contraseñas para entrar en mi viejo correo eléctronico. Le vuelvo a dar al bendito link creado para despistado como yo. Respondo una infinidad de preguntas y le envío un mensaje a al equipo técnico de microsoft desde mi nuevo correo (del que por suerte tengo la contraseña apuntada en el típico bloc de notas), y ya, por fin, consigo la contraseña de mi antiguo correo, y por ende, la de filmaffinity.

Y todo este calvario para poder valorar la película, escribir esta critica y poder recomendárosla a todos los amantes del cine. Todo ello sólo porque me ha encantado.