domingo, 26 de agosto de 2012

Vuelta a las críticas

Con la gran desfachatez que poseen los grandes timadores (que no son otros que los que están amparados por la ley) observamos un suceso estos días, que es algo así como cuando un amigo te intenta encasquetar la amiga fea de la mujer que se quiere follar. Viene, y te suelta con descaro, una retahíla de positivimos totalmente inventados sobre la marcha ¡que ni el mismo se cree! para cargarte el muerto. Te suelta algo como:

Amigo encasquetador: ¡Ey! ¡Tío! Mira que pibón te acabo de conseguir pa ti

Tú, el pringao: ¿A qué piba te refieres? ¿A esa? - dices con cara de extrañado

Amigo encasquetador: ¡Sí! ¡Tío! ¡Está buenísima!- responde tu colega con sospechosa alegría

Tú, el pringao: ¿Te refieres a esa que tiene pinta quee nos ganaría en una pelea callejera a ti y a mi juntos?

Amigo encasquetador: ¡Claro! ¡Tío! Es campeona de culturismo del barrio de Añaza ¡Deportista como tú! Muy simpática cuando no sufre los efectos de los esteroides ¡y si tienes que empujar el coche porque no te arranca te puede ayudar! Además, me dijo su amiga que es de follar la misma noche.

Tú, el pringao: No me sorprende en absoluto, si espera que le vaya a la casa con un ramos de flores la lleva clara

Amigo encasquetador: ¡Claro! ¡Tío! ¡Es un pibonazo! ¡Hoy follas! - y te deja caer la mano sobre el hombro, dándote un leñazo lo suficientemente fuerte para crear cierta confusión en ti, para que cuando se te haya pasado el efecto del golpe, te encuentres perreando con ciento dos kilos de puro músculo que se hacen llamar, Jenny, Powerfit Jenny para lo amigos.

Varias preguntas te atacan inevitablemente en ese momento ¿Qué tipo de estafa intenta colarme? ¿Realmente piensa que me la va a hacer? ¿Se cree el mismo lo que está diciendo? ¿Y por qué repite tanto la palabra tío? Es una coletilla bastante odiosa...


Pues ese intento barato de estafa ruín y pendenciera, me parece igual de hipócrita que el hecho que voy a criticar con la siguiente entrada, las campañas de vuelta al cole. No sé por qué, en todas las campañas de La vuelta al cole, se ve un niño, muy, muy contento, con una mochila, nuevecita recién comprada, y con una sonrisa de "¡Qué guay! ¡Vuelvo al cole!" ... ... ... ... A ver... ... ... ¿Cómo lo explico? ... Uhm ... ... Vale, vale. ¿Alguna vez habéis visto algún adulto decir "¡Qué chupi! Mañana se me acaban las vacaciones y vuelvo a entrar a las siete de la mañana a trabajar de reponedor en el mercachona ¡Ardo en deseos de volver al curro!" Claro que no, porque, primeramente, la época en la que la gente decía chupi, pasó de moda (por desgracia), y a nadie le gusta volver a la rutina del alienante trabajo. A la gente le gusta estar en su casa echados, sin hacer nada, y no contribuir absolutamente nada con la sociedad. En el fondo de nuestro ser, todos anelamos ser un parásito social, no hacer nada y que nos lo den todo hecho. Por eso mismo nos encantan las vacaciones, porque la única responsabilidad que tienes es la de no morir de inanición, y ya está. No hacer nada está guapísimo. Y que conste que para eso son las vacaciones, queridos madres y padres, para NO HACER NADA. No se dejen engañar por aquellos anuncios de la tele que cantaban "vacaciones, santillana", lo que quieren es que les compres un cuadernillo demoníaco para que vuestro hijo emule las actividades del colegio durante las vacaciones, y eso es un claro...



(No puedo poner la imagen más grande, pero espero que se comprenda el mensaje)

Pero claro, el populacho a la hora de vaguear no es tan idiota como a la hora de elegir líder político. A los chavales no los van a engañar con una vulgar valla del carrefour que muestra un chaval supercontento por volver al cole estampado en ella. Si por lo menos pudieran poner alguna colegiala sexy en minifalda junto a una profesora buenorra, pues se granjearían fácilmente al público masculino de los institutos en plena pubertad, pero como también lo hacen para niños pequeños, y según recuerdo el refrán de mi infancia "Tomate, lechuga, las chicas pa la basura", a los niños de primaria, no les atraen todavía las mujeres, pues entonces, emplean este tipo de estrategia de marketing:


 No criticaré a la chica anime, porque ha sido la primera foto que tranqué en google, o sea que no me molesté en indagar demasiado. Vayamos a lo importante, punto por punto.

1º Desconozco, totalmente, cuál es la barrera mágica y misteriosa, a la que se refiere el primer punto, que te impide quedar con tus amigos durante las vacaciones. No lo entiendo. Yo simplemente cogía el teléfono de mi casa, llamaba a un par de amigos y nos íbamos todos al parque a llenarnos de mierda jugando a fútbol, igualito que los niños esos de los anuncios de detergentes. ¡Es más! Es mucho mejor quedar con tus amigos en vacaciones que en el colegio ¿Por qué? Pues porque eliges con qué amigos quieres quedar. No tienes que estar aguantando las historias del pesado de la clase, esquivando las collejas del abusón de turno o teniendo que hacer la tarea que te manda la típica profesora amargada y gritona.

2º Aprender miles de cosas nuevas, bien. Soy partidario cien por cien, del descubrimiento de los maravillosos caminos de las diferentes ciencias y del saber en general. Pero, vamos a ser sinceros. El noventa por ciento de las cosas que aprendimos durante nuestra etapa de estudios obligatorios, no sirvió para nada. Pensad en cuántas divisiones de cuatro cifras hicisteis, cuántas oraciones analizasteis sintácticamente o la de veces que calculasteis a cuantos metros cae una piedra que se lanza a no sé cuántos metros por segundo. Pues me juego una mano a que ninguno de vosotros sabe actualmente dividir si quiera por dos cifras, analizar sintácticamente, y ¿a quién demonios le importa donde caiga la piedra? Por favor, es una maldita piedra, hay infinitas por el suelo ¿Qué pasa? ¿Que era una piedra muy importante? ¿Tenía un gran valor sentimental? ¿Entonces por qué coño la tiras? No tiene ningún sentido...

3º Nuevos retos y campeonatos por ganar. Éste me lo han puesto fácil, fácil.Si lo que quieres es tener metas y retos constantes en tu vida, porque te gusta la adrenalina o la satisfacción de conseguir cosas, te compras la Playstation 3 con cualquier videojuego, y te pones a pasártelo y a conseguir todos los logros.

4º Éste, me parece el argumento más flojo de todos. Señal de que estás creciendo... Ahm, claro, porque los veinte centímetros que he crecido al pegar el estirón este verano no significan nada si no avanzo de curso ¿no? Si seguimos esta lógica ¿los repetidores no crecen? ¿Y los que repiten mucho? ¿Se acaban convirtiendo en Hobbits? Si es que mi abuela en vez de decirme cuando me agarra el cachete"¡Ay, que alto estás!", ahora me suelta "¡Ay, pero si ya sabes lo que es el conjunto vacío! Eres todo un hombretón. Toma una albóndiga para ti"

 

5º Jugar el 100% de los recreos. ¿En serio? Te intentan vender la enfermedad, diciéndote que la medicina es maravillosa. Voy a poner un par de analogías para ver si consigo trasmitiros lo estúpido que veo este argumento.

- ¡Apúntate en nuestro equipo de fútbol! ¡Los descansos entre parte y parte están guapísimos!
- Trabaje como encofrador para nosotros, tenemos un bar maravilloso al lado de la carpintería para que vaya a desayunar.
- ¿Noche de sexo loca hoy, cari? Nos lo pasaremos genial en los parones entre polvo y polvo.

El recreo es para descansar de la clases, no me puedes intentar vender las clases colándome el recreo, no tiene sentido. Además, que las vacaciones son un recreo constante ¿Por qué sacrificaría yo mi infinito recreo diario por uno de veinte minutos, envuelto en soporíferas clases? Lo siento, pero no.

Me he deprimido con tanta vuelta al cole, y es que encima tengo exámenes en septiembre para los que no he dado palo al agua. Me espera una buena. Creo que no me gusta ningún tipo de vuelta a nada, a la gente no le gusta romper su monotonía y tranquilidad. Bueno, excepto la vuelta ciclista a España, no tengo nada en contra de ella. Mentira, me acabo de acordar de que quitaban los dibujos en la 2 al mediodía para retransmitir la vuelta ciclista. Muerte también a la vuelta ciclista. Al menos ésta no me la restriega el corte inglés por la cara a cada rato...