lunes, 3 de agosto de 2015

Mi escena favorita de Django

Hacía tiempo que tenía pendiente Django porque a mí Tarantino... pues psé. No me masturbo pensando en sus planos, ni cuando hace un cameo en sus pelis, como suele hacer la mayoría de la población. Estoy inmunizado contra esta tarantinitis crónica que afecta a la gente.

Pero eso no me impide reconocer que el hombre sabe lo que se hace, que no toda su fama es ruido de fondo. Y reconozco que Django está guapa. A mí me gustó, y por eso le dedico una entrada. Por si acaso tú no te la has visto, o incluso si la has visto quizá no hayas percibido realmente de qué va la película, yo ahora mismito te cuento de qué va, y te describo mi escena favorita.

La historia de Django sucede en un mundo distópico en el que sus habitantes se parecen a las personas normales en apariencia, pero sufren sutiles diferencias como que poseen unos veinticinco litros de sangre en lugar de los cuatro o cinco litros  habituales. El transcurso temporal de la historia no me ha quedado muy claro puesto que el avance tecnológico parece estar basado a mediados del siglo XIX, pero por otra parte el desarrollo armamentístico es digno de una sociedad futura de ciencia ficción. Este punto lo entenderéis perfectamente cuando os describa mi escena favorita (que probablemente será la favorita de muchos de vosotros), el tiroteo final.

Pues resulta que Django, por un motivo demasiado largo que no voy a contar ahora, se encuentra con su compañero de aventuras, un alemán que siempre está sorprendentemente tranquilo para las situaciones que vive, en una casa rodeada de gente armada hasta los dientes. El alemán mata al cabecilla de toda la banda enemiga y uno de sus lacayos agarra un arma que parece una escopeta recortada, pero que no es ninguna escopeta, porque cuando la dispara al compañero de Django, éste sale despedido unos veinticinco metros hacia atrás y el malo maloso no sufre ningún tipo de retroceso. Una tecnología, evidentemente superior a la que nosotros gozamos en nuestros días.

La cosa no acaba aquí, porque Django roba un arma que parece una pistola, y tiene tanta mala suerte de que efectivamente es una simple pistola de mediados del SXIX. Pero eso da igual, Django es el mejor tirador que haya pisado ese jodido planeta ficticio y con una pistola de mierda logra acabar con enemigos que están armados con rifles que parecen rifles pero que disparan proyectiles que explotan de una manera escandalosa, revólveres que parecen revólveres pero tienen una potencia de fuego nunca vista, y armas varias que incluso lanzan bombas aéreas (y si no me creéis, mirad este vídeo que os dejo aquí en el minuto 1:51 después de que el gordo diga "hijo de puta" se escucha claramente como cae una bomba por ahí).

https://www.youtube.com/watch?v=M9v7xp6vx0k

Pues eso. Django una de las mejores películas de ciencia ficción que he visto últimamente.

lunes, 13 de abril de 2015

Alitas de pollo del Mcdonald y su intención por querer ver el mundo arder

Sí, sí, la el ojo no te engaña, soy yo otra vez ¡escribiendo y todo! ¿Quién lo hubiera dicho, eh? Bueno podría hacer un montón de chistes sobre mi décima novena vuelta a la escritura pero prefiero dejaros directamente con el plato principal, las alitas de pollo del McDonald's ( me refiero a la crítica sobre las alitas, no a unas alitas en sí).

Pues resulta que hay una cosa que me provoca inquietud con las alitas de pollo del Mcdonald's, y no me refiero a inquietud intestinal, de eso podría escribir otro día, pero hoy no. El asunto es que esta cadena de "comida" sigue una estrategia de ventas que me parece buenísima, y consiste en poner caro el menú pequeño, pero relativamente barato el grande comparado con el anterior. Lo que te lleva al pensamiento totalmente lógico de "¡No me pienso dejar estafar pagando carísimo un menú pequeño! ¡Compraré el grande gastándome más dinero y me iré dejando a esa multinacional hipermillonaria con un palmo de narices! ja, ja, primos...".

Pero bueno, el tema de la crítica no va tanto por la economía sino por la cantidad, os lo explico a continuación. El menú pequeño de las alitas de pollo viene con cuatro unidades, un número razonable ¿no? Si vas tú solo, comerte cuatro alitas está bien, y si vas con tu pareja, dos para cada uno y punto. Incluso puede ser que vayan cuatro y se repartan una mísera alita de pollo para cada uno, no critico. En resumen, cuatro unidades es un número que está bien pensado, y hasta aquí no hay ninguna queja. Pero el menú grande... en el menú grande vienen once ¡Once! ¡Sin sentido ninguno! ¿A qué se debe que sean exactamente once? ¿Cómo se supone que repartes un número equitativo de alitas entre dos personas? ¿O tres? ¿O cuatro? ¿O cinco? ¿O cualquier número de personas que no sea una única persona que va al McDonald's solo para comerse once alitas, u once amigos que han decidido ser tan ratas de compartir entre todos una caja grande? ¿Es que no se dieron cuenta de que el once era un jodido número primo?

Ya me imagino la de problemas que habrá ocasionado el responsable de que sean exactamente once alitas. La de parejas que han ido buscando simplemente un poco de comida para acompañar una conversación amistosa y empezar a pelearse por esa maldita alita de pollo sobrante. Ella diciendo que si deberías ser caballeroso y dejármela a mí, que si yo soy más grande y necesito comer más, que si serás grande de tamaño pero no de mentalidad porque pareces un poco niñato, que si mimimi, grita chucho que no te escucho, que si cómete tú la puta alita como te comiste el coño de aquella guarra, que si tú siempre con lo mismo, qué rencorosa eres, que si ¡pues no quiero volver a verte!, que si ¡pues si no me quieres ver vete!, que si !Pues me voy!, que si ¡Pues largo!, y luego rompen, el chico llora, se emborracha día tras día y de la pena que siente viene a su blog a desahogarse con las jodidas alitas de pollo del McDonald's que evidentemente tienen toda la culpa. ¡Lo siento, mi amor! ¡Vuelve conmigo, todavía guardo la alita! 

domingo, 2 de noviembre de 2014

Como siempre he dicho...

Sólo vengo a reafirmar el hecho de que he tenido razón siempre, y para probarlo aquí tengo una prueba gráfica:


sábado, 6 de septiembre de 2014

Vivir sin trabajar

Vivir sin trabajar, o que otro trabaje por ti...
De los creadores de "Aprobar sin estudiar" llega "Vivir sin trabajar". Durante toda la historia humana, siempre han habido ciertas personas en la sociedad que han conseguido el sueño de toda persona, que no es otro que cobrar dinero por hacer nada, o prácticamente nada. Así, a bote pronto, los únicos ejemplos que se me ocurren en la antigüedad son políticos y gente relacionada con la iglesia, sólo unos pocos podían permitirse tal lujo. Pero hoy en día gracias a la maravillosa invención de internet, cualquiera puede ser un parásito social y vivir del cuento, y como todos sabemos, hay cuentos y cuentos de los que vivir, algunos más bonitos que otros.

Una de las personas de las que hablo hizo una página web que vendía un millón de píxeles a un dolar cada uno. El amigo se sacó de la manga un millón de dolares por una página web. Vamos, una relación de rentabilidad/esfuerzo invertido escandalosa. Os dejo la página por si queréis mirarla un ratito sin sentido ninguno.

http://www.milliondollarhomepage.com/

Otra gente que merece la pena entrar en esta categoría son los blogueros. Esa gente que, al igual que yo, por supuesto, les pagan una cantidad de dinero importante por no hacer nada más que escribir gilipolleces en internet. Buena vida la nuestra.

Pero en la cima de la cadena alimenticia del vivir sin trabajar están unas personas de lo más variopintas, los youtubers. Exactamente voy a hablar de un youtuber en especial. De una mujer, más concretamente, que me parece que ha alcanzado el nivel diosa suprema de esta categoría. Su nick es mugumogu, y se gana la vida subiendo vídeos de su gato Maru a youtube. Esta mujer tiene más de cien vídeos de su gato haciendo... haciendo... haciendo cosas de gatos, no se puede describir de otra manera sin que suene estúpido, la verdad. Hay vídeos en los que el gato sube y baja por una escalera, en otros se pone a meterse en cajas, sale con otros gatos jugando, menea la cola, incluso hay vídeos en los que el gato no hace nada más que... estar echado en el suelo al sol. Os voy a dejar aquí éste último porque me parece impresionante.

https://www.youtube.com/watch?v=Sxdmq41kWOE&index=54&list=UURVruzlQF5cqpw9jQgIgNdw

Observad las visitas que tiene el vídeo. Ese vídeo en concreto en el que el gato no hace ¡NADA! tiene casi un millón de visitas. Eso es lo normal ¿eh? Que nadie se sorprenda porque vídeos chorras como ese con millones de visitas los tiene a patadas. ¿Os dais cuenta de la magnitud de la situación? Esa mujer vive de su gato. Esa mujer, cuando está en una cita a ciegas y le preguntan en qué trabaja por sacar un tema de conversación cualquiera, ella responde que ¡es dueña de un gato famoso en internet! ¿A dónde hemos ido a parar?
El dueño del grumpy cat debe ser otro que se estará forrando

domingo, 24 de agosto de 2014

¿Te enfadarías con un amigo que se acostó con tu novia?

Mirad a Moe, eso es un amigo fiel, siempre queriendo
levantarle a Marge a Homer para que no lo haga otro
Partamos de la base de que tienes una relación monógama con tu pareja, de las mas típicas de la sociedad. Os queréis mucho, vais al cine y dais envidia con vuestras fotos por el facebook de todo lo feliz que sois al resto de gentuza solitaria del planeta. Pues puestos ya en ese plan, imagina que tu mejor amigo se folla a tu novia. Parecería que una reacción normal sería propinarle una paliza de rigor a tu "amigo del alma" ¿no? Pero apliquemos la lógica durante un momento a ver si podemos darle la vuelta a la situación.

Seamos sinceros y empecemos por el principio, si tu novia quiere ponerte los cuernos, te los va a poner, ya sea con tu amigo, con un desconocido o con su profesor de yoga. Sabes que hay una cantidad prácticamente infinita de hombres a los que les gustaría tener sexo con tu novia, y si ella quiere conseguir a uno para que le haga el apaño, sólo tiene que chasquear, o hacer otra cosa con los dedos... Algo no le gusta de ti que tiene que buscarlo en otro, o sea que sé un hombre adulto y acéptalo, la cosa se ha acabado.

Ahora, sabiendo que va a suceder sí o sí, se trata de elegir el mal menor, la experiencia menos traumática posible. Y digo yo ¿acaso no es de buenos amigos compartir? ¿No afianza la amistad el tener cosas en común? ¿No podríais luego vacilar de borrachera con los tipos de polvos que echasteis con ella? Ese amigo que se ha follado a tu novia te está haciendo un favor follándosela él, y no otro. Si realmente fuera de verdad tu amigo, debería tener sexo con ella y después contártelo. Así habría evitado dilatar una falsa relación durante más tiempo. Habría evitado que estuviera dándotela con queso (o dándole queso a ella), durante a saber cuánto tiempo. Habría evitado que tu novia se hubiera acostado con ese amigo suyo que tú ya sabías que le tiraba los trastos aunque él decía "sólo somos amigos ¡nunca me acostaría con tu novia! ¡No tienes nada que temer!". Que intente engañarle a ella con esa falacia, pase ¿pero que te intente engañar a ti? ¿a otro hombre que sabe lo que es tener una amiga que está como un tren? Se está riendo de ti en tu cara. ¿Y preferirías que tu novia se hubiera ido con ese fantoche en vez de con tu colega de toda la vida? Deberías invitarlo a una cerveza por haberlo hecho, por lo menos.

Por otro lado está el egoísmo. Vale, a ti te han puesto los cuernos, lo más probable es que rompas con tu novia, estás hecho polvo, bla, bla, bla, pero tu colega ha pillado cacho. Que tu pesadumbre se vea un poquito contrarrestada con el éxito de un buen amigo, que no eres el ombligo del mundo. Aparte, si lo piensas en frío, si un bocadillo se te fuera a caer al suelo y quedar prácticamente incomestible (porque se va a caer, ya se está cayendo. Asúmelo ya) ¿te importaría que un amigo le hubiera pegado un bocado antes? ¿A que no? Pues eso... pues eso...

viernes, 22 de agosto de 2014

Nuevo diseño, nueva era

Una foto de Sherlock, algo había que poner...
Ese olfato y agudeza de sabueso que tenéis no ha dejado pasar la notoria evidencia de que he cambiado el diseño del blog ¿verdad? ¡Por supuesto! Si es que estáis hechos unos auténticos Sherlocks...

¿Por qué lo he hecho? ¿Renovarse o morir? ¿Me lo habían comentado miles de lectores? ¿Una promesa cuando llegara a un millón de followers? Aunque todas las opciones son igual de probables, la cosa es que... básicamente... toqué algo en el diseño del blog y no tengo ni idea de qué fue. Efectivamente, mi nulo sentido de la informática me la ha jugado una vez, y la maldita interfaz de blogger, la cual tras años de haber sido actualizada sigo sin tener ni idea de cómo usar, no ayuda para nada a los profanos de la informática como yo.

Asimismo, aprovecho para escupir para arriba diciendo que tengo pensado publicar más asiduamente (algo que no es complicado, visto lo visto...), pero no todo el contenido será como el publicado hasta ahora. Para poder mantener una mayor cantidad de material pienso extenderme más allá de la crítica humorística escrita que tanto me gusta, para de vez en cuando subir alguna chorrada también humorística que criticaré de igual manera, pero sin explayarme con los textazos a los que estáis acostumbrados.


miércoles, 13 de agosto de 2014

Crítica categorías

Los antiguos romanos disfrutaban al ver cómo los leones
montaban a prostitutas en el coliseo. Que no te sorprenda
un mísero pelo lo que leerás a continuación.
Uno encuentra la inspiración para escribir cuando menos se lo espera. Intuiréis cuándo la he encontrado yo cuando leáis el título de la crítica de hoy, que no es otra que: ¡Categorías del porno!

A lo largo de mi vida y como hombre de a pie que estoy hecho, he visto bastante porno, y sé que hay fetiches de todos los tipos en esta vida. Las páginas porno para poder ofrecer una organizada selección de vídeos analizan los fetiches de la gente y crean categorías de ello. Así salieron por ejemplo las MILFs o las pelirrojas. Pero la búsqueda de la satisfacción sexual de muchos alcanza a veces límites insospechados, y nos dejan grandes categorías pornográficas como las que comentaré a continuación (aunque a veces parezca sorprendente, todas son reales (y si me lo pedís por el facebook os paso las páginas, guarrill@s)):


Abuelas: ¿MILFs? Esos es de novatos. Parece ser que hay un colectivo que no sabría elegir entre la mansión Playboy y una guagua del imserso ¿Quién dijo que las octogenarias no podían ser sexys, eh? Las arrugas parece que son modelo de belleza y sensualidad para los que les gusta ver abuelas dándolo todo con actores porno que podrían ser sus nietos. ¿Tendrán estereotipos de abuelas dentro de esta categoría? Abuelas tejiendo una bufanda o haciendo algún guiso mientras practican sexo. Yo me las imagino así, aunque sinceramente, prefiero no imaginar nada que mezcle sexo con abuelas...

Argentino: Suficientemente chulos como para crear su propia categoría porno, oye. Me imagino que para dar constancia de que son argentinos reales los que aparecen en los vídeos se pasarán todo el rato hablando mientras están follando. Pero claro ¿qué cosas digo? ¿Cómo iba a permanecer callado un argentino bajo cualquier circunstancia? (Es humor racista del bueno, no pasa nada).

Pene pequeño: ¿Por qué? Me intriga mucho, pero mucho muchísimo, el saber por qué existe una categoría porno dedicada a los penes pequeños. ¿Hay alguna persona que se sienta atraída por los penes de poco tamaño? Puede ser que esté relacionado por el gusto de las cosas monas. En el sentido de "Uy ¡qué pene tan pequeñito y mono!". No sé, no le veo mucho sentido.

Gordo/Gorda: No se trata de que aparezcan gordos o gordas, sino exclusivamente gordos con gordas. En esta marea de voluminosos cuerpos entrechocando y formando violentas ondulaciones los unos con los otros, se puede apreciar el uso de cámaras panorámicas para poder captar la escena como a los buenos amantes del pornos de gordos y gordas les gusta.

Lactante: Los pañales están caros, o la afición al porno no la quita ningún hijo por muy guapo que te salga. Así se crea el género de las lactantes. Mujeres que chorrean por varias partes del cuerpo al mismo tiempo. Revive tu infancia follando.

Sexo con máquinas: Porque darle manualmente al consolador estaba ya muy visto, llega sexo con máquinas. Para que no te canses masturbándote. Lo que no tengo yo muy claro es si es buena idea mezclar electricidad y fluidos sexuales. Pero bueno, la cuestión es que los terminator del futuro también tendrán derecho a ver porno, y ya lo tienen a su disposición.

Mega tetas: La categoría porno de tetas grandes, tras digievolucionar a súper tetas, ha adoptado su forma final.

¡Alienígena!: No he podido evitar usar las exclamaciones puesto que esto me ha llamado la atención demasiado. Porno con alienígenas, señoras y señores. Me he metido a indagar, puesto que no quería parecer desinformado al hablar, y hay de todo. Desde recreaciones por ordenador hasta señores disfrazados de alienígenas al estilo de las antiguas tortugas ninja.

Vampiro/vampira: La industria del porno no se salva de la moda de los vampiros. Parece ser que Crepúsculo ha dejado una gran cantidad de fans insatisfechos porque el vampiro nunca llegó a trajinarse a la amiga protagonista. Nota: Nótese que he puesto vampira en vez de vampiresa porque lo ponía en la página tal cual, y quise transmitir la información con el mayor rigor posible.

Ascensor: ¿Quién no se ha subido en un ascensor y se ha puesto cachond@ con ese espejo, ese complejo sistema de poleas y ese botón para llamar a emergencias que nunca funciona por si se queda parado? ¡Ya puedes dejar de restregarte contra la puerta, o de intentar meter el pene por el agujerito entre el ascensor y el rellano porque ya hay una categoría porno para ti!

Y por último, y no menos importante por ello: ¡Bicicletas!: ¿Fan de la vuelta ciclista? ¿Te la ponía dura Indurain? Pues en esta categoría hay porno montado en bicicletas (los dos ¿eh? Con unas posiciones inverosímiles), consoladores a modo de sillín, o ya más light, follando con la indumentaria de ciclista puesta.

Voy a dejar el resto de categorías que tengo en la chistera para una entrada futura. Espero que os lo hayáis pasado bien leyendo cuán depravada puede llegar a ser la gente. ¡Chao!