viernes, 28 de octubre de 2011

El diablo viste de Prada

Antes de que leáis esta entrada confieso que he de retractarme, ya que al escribirla me di cuenta de que he publicado cosas anteriormente en el blog que no son ciertas. No diré en que cosa me he contradecido, puesto que para logar las reacciones que espero que consigan mis escritos, el lector debe descubrir el tema del escrito a su debido tiempo, cosa que se vería arruinada si digo donde está el fallo del que os hablo, aunque os aseguro que no es nada que se os pueda ocurrir y que realmente es una tontería. Por si acaso después de leer no caeis en donde está la contradicción y sois de esos curiosos que necesitan saberlo todo (¡entrometidos!), os dejo la respuesta al final. Bueno, atentos que ya empieza:

A lo largo de mi vida he tenido muchas decepciones; cuando una mujer me rechaza,al suspender un examen...... pero hay algo que me decepciona y atormenta con habitualidad, lo que me ha llevado a odiarlo mucho. Se trata de mi peor enemigo, mi rival acérrimo, mi némesis, ese algo que he jurado perseguir y destruir ¡y no pararé hasta que desaparezca de la faz de La Tierra! Ese algo del que os hablo es: el chocolate con pasas.

Y es que se me cae el alma al piso, cuando me ofrecen una tableta de chocolate y yo, bajo mi total desconocimiento de que existen pasas en su interior, muerdo y voy notando su abominable tacto chicloso en mi boca, seguido de un sabor endemoniado que soy incapaz de soportar. Durante este suceso mi cara cambia radicalmente de esto:







a esto:






No os equivoquéis, no me molesta que la gente coma pasas bajo su libre albedrío o tenerlas guardadas en la despensa de mi casa (eso sí ¡se pudrirían ahí hasta el fin de sus miserables días!). Hay otras comidas mucho más asquerosas en el mercado que las pasas (pocas pero las hay) y no las odio a muerte, pero la diferencia erradica en que no se han atrevido a juntarse con el chocolate, ese es el auténtico quid de la cuestión. Comer chocolate con pasas es algo parecido a montarte un trío con Pilar Rubio y Carmen de Mairena, un gran placer acompañado de algo realmente desagradable. No merece la pena pasar la dantesca experiencia de ver a Carmen de Mairena desnuda para follarse a Pilar Rubio (¿o sí? ya tengo idea para la siguiente encuesta).

¿Por qué han tenido que mezclar el chocolate con las pasas? ¿A quién demonios se le ocurrió esa idea?. En serio, pensadlo detenidamente ¿Quiénes son los principales consumidores de chocolate? Los niños. Entonces ¿quién tuvo la magnifica idea de mezclar la comida favorita de los niños con su peor enemigo? Que no es otro que la fruta. ¿A cuantos niños habéis visto que les guste el chocolate con pasas? Si yo tuviera un hijo, y me pidiera chocolate con pasas, en vez de chocolate normal, pensaría seriamente en llevarlo al psicólogo, darle una ostia o ambas cosas a la vez; darle tal ostia que acabe iendo al psicólogo. Es que me atrevo a decir incluso, que si una persona dona una tableta de chocolate con pasas a los niños del tercer mundo, éstos lo escupirían al suelo y levantando el puño al aire, maldecirían a los desgraciados demonios blancos que se ríen en su cara dándoles tal inmundo chocolate.

¿Creéis que exagero? Pues me he reservado el punto fuerte para el final. "¿Hay algo peor que una tableta de chocolate con pasas?" me preguntaréis. Pues os digo una cosa, aquí las preguntas las hago yo, que para eso es mi blog, pero respondiendo a la pregunta, sí señor, claro que lo hay, y no es otra cosa que las pasas bañadas en chocolate. Sí, esas bolitas que parecen conguitos, uno se confunde al comprarlos, lo hacen a posta por supuesto. Los cabrones no venderían tanto si no existiera tal parecido físico, estoy seguro. ¿Y por qué es peor? Pues muy simple ¿Cómo se puede estropear (aún más) el chocolate con pasas?, quitándole lo único bueno que tiene, el chocolate. La repulsividad de la mezcla es inversamente proporcional a la cantidad de chocolate que tenga.

Os lo digo muy en serio, el primer político que diga que va a prohibir que se mezcle el chocolate con las pasas, tiene mi voto asegurado, le hago campaña gratuitamente y me asocio a su partido. ¡Ya está bien! ¡Uníos al movimiento! ¡Decid NO a al chocolate con pasas!

(Lo prometido es deuda. Recordaréis la entrada "¿Decisiones difíciles?" ¿verdad? En la misma decía la siguiente frase "soy un adicto al chocolate. Me encanta en todas sus maneras posibles de comer", pues como habéis leido no es cierto del todo, he ahí la contradicción de la que os hablaba. Alguno estará pensando "Pss pues me esperaba algo más, menuda tontería" y yo os respondo: No te pases de listo que aquí el que critica soy yo ¿eh? si queréis expresar vuestra opinión ¡Crearos vuestro propio blog! ¡vagos!)

jueves, 20 de octubre de 2011

El mercado de valores

Impulsado por el pequeño científico que llevo dentro os voy a ofrecer un poco de orden, a modo de clasificación, respecto a uno de los sucesos en que todos los hombres y mujeres de esta caótica sociedad estamos involucrados. Se trata de (Uhmm un segundo. Aquí necesito una buena metáfora para que los moderadores de blogger no califiquen el blog como contenido para adultos... vale, ya tengo una) la “venta de fruta”. Sí, querido lector, la “venta de fruta” (vosotros seguidme el juego con esto de las comillas) varía mucho dependiendo de quien la lleve a cabo, existe una diferencia muy importante entre la fruta que venden los hombres y la que venden las mujeres. A continuación os lo explico con un sencillo ranking.
En la cima del mercado de la venta de fruta se encuentran las mujeres, más específicamente las mujeres heterosexuales. Las mujeres heterosexuales venden (a ver, otra metáfora...) “melones” que gozan de una gran aceptación por público. A muchísimos hombres les gustan los melones que venden las mujeres, les parecen muy sabrosos y les encanta comérselos, por lo que a éstas no les falta demanda que requieran sus productos. Pero hay un inconveniente a la hora de la venta, estas vendedoras no ofrecen su mercancía a cualquiera. Podríamos decir que las mujeres heterosexuales son realmente sus peores enemigas, puesto que las limitaciones para alcanzar muchísimas ventas y abarcar así un gran mercado, se las ponen ellas mismas. “Yo es que no le vendo mis melones a la gente con la que no tengo una relación muy íntima”, “Lo siento mi fruta aún no está madura” o “Eres mi mejor amigo, nunca podría venderte nada” son algunas de las frases típicas que nuestras queridas comerciantes ponen para no realizar una venta. Y Luego, claro, pasa lo que pasa, rechazan a todos los clientes interesados y el negocio decae, por lo que acaban pensando “¿Por qué nadie quiere comprar mis melones? ¿Debería operarme los melones acaso para que parezcan más apetecibles?”, cuando realmente la realidad es otra bien distinta. Como dije antes, a la hora de vender fruta, las mujeres heterosexuales son su propio némesis, pero si consiguieran vencerlo, serían las Bill Gates del mercado.
En el siguiente escalafón se encuentra un género totalmente contrario al anterior, el de los hombres homosexuales. Nuestros amigos los gays, conocen los secretos de la venta de su fruta: los plátanos. Son unos regateaadores buenísimos, poseen el descaro y la confianza de un buen vendedor, saben lo que le gusta al cliente y no poseen ese enemigo interno que achaca a las mujeres. El problema erradica en que el mercado al que se enfrentan nuestros amigos, se trata de un mercado un poco escaso, aunque cada vez más en mayor expansión. Es el único problema que tienen los hombres homosexuales a la hora de vender, la relativamente poca cantidad de clientes. Este problema no ha amedrentado a este grupo de grandes competidores, sino que han solventado este inconveniente formando gremios especializados en la venta y consumo de la fruta en cuestión. En estos gremios se reúnen tanto comerciantes, como compradores, y aunque suelen ser frecuentados más bien a horas altas de la noche y madrugada, se realizan muchísimas transacciones de plátanos, algunos dan plátanos, otros los reciben, todo ello de diferentes tipos y formas que prefiero no imaginarme la verdad. Gracias a esta manera que han tenido de solventar sus problemas comerciales, los gays se sitúan en el puesto número dos como grandes magnates que son.
Seguidos no tan de cerca como me gustaría a mi, vemos que el tercer peldaño de este ranking, lo ocupan los hombres heterosexuales. Existe una gran ambivalencia sobre porqué éstos ocupan un puesto tan bajo. Si le preguntas a una mujer, alguna podrá decirte algo como“A la hora de vender, muchas veces quiero que se fijen en mis melones, pero parece que ellos sólo les interesa el marisco, porque insisten mucho en las conchas que guardamos en la parte trasera de nuestros puestos. Algo que sin duda provoca una venta muy poco satisfactoria”. ¡Por favor! ¡Es sin duda un burdo bulo que no hace alusión a la auténtica realidad! Que no es otra que la siguiente. Los hombres que ofrecen sus plátanos a las mujeres, poseen un mercado bastante amplio en lo que a posibilidades se refiere y ofrecen mucho su mercancía (¡algunos lo venden realmente barato creedme!), pero la cuestión, es que engloba comerciantes de lo más variopintos. Existe un grupo de profesionales expertos que venden muchísimos plátanos (grupo en el que me gusta incluirme) y otro tipo de comerciantes que no son grandes vendedores y apenas llegan a fin de mes (grupo en el que realmente estoy incluido). Aunque los hombres intentan siempre conseguir el mayor número de clientas, existe una estrategia de marketing a la que los hombres recurren para garantizarse unas ventas regulares. Se trata de intentar agradar a una sola interesada, y que esta acepte comprar toda la demanda de plátanos que se ofrece. Pero tened cuidado en una cosa, que no os vean intentando vender a otras por ahí ¡las clientas son realmente celosas!
Ya por último (o primero por la cola como dicen algunas personas a las que les encantan las frases hechas), podemos encontrar al género que mayor dificultad tiene a la hora de vender su fruta: las mujeres homosexuales. Nuestras amigas amantes de las tijeras poseen todos los males de los vendedores, no poseen mucho mercado, no poseen tantos gremios como los gays, son negociadoras de muchos tipos y encima, aunque sean lesbianas siguen siendo mujeres, por lo que al igual que sus homólogas heterosexuales, ellas mismas se niegan muchas veces a vender su producto. En este último grupo las mujeres tienden mucho a establecer transacciones de melones con una única clienta, que a su misma vez, tiene la bondad de ofrecerle sus propios melones a cambio Dicho intercambio se realiza mediante un ritual que tienen las mismas para comprobar la calidad de los melones, se tocan los melones, se acarician los melones, lametones a los melones, se pellizcan los melones, estrujamiento de melón contra melón, melones por aquí, melones por allá, melones por todas partes (Bueno paro aquí ya porque tanto pensar en melones provoca que se me vaya la sangre de la cabeza).
Queridos lectores, os he intentando ofrecer mi sabiduría para que comprendáis un poco mejor la situación de la sociedad respecto a la venta de la fruta. Y ya para finalizar, mi consejo a modo de conclusión final es el siguiente: Intercambiad fruta con vuestros congéneres todo lo que podáis, buscad alguien que le guste vuestro plátano o que quiera zamparse vuestros melones (¡no volvamos a los melones que me pierdo!), y si por un casual, en el caso de los hombres, no tenéis a quien vender, siempre podéis pelaros el plátano vosotros mismos.

martes, 18 de octubre de 2011

El gobierno cambiará en plan de europeo de educación universitaria para que se parezca más al sistema de logros de la PS3


Una última encuesta realizada en el ámbito universitario sobre el actual plan europeo de educación, demuestra que los estudiantes realizan sus estudios con el fin de aprobar los exámenes para poder conseguir el título correspondiente, poniendo en seria duda, y muchas veces desprestigiando, la utilidad de los contenidos de las materias impartidas durante la carrera.

Estos datos, que han sido categorizados como alarmantes cuando fueron recogidos hoy en el MEME (Ministerio de Educación, Mamografías y Etruscos), han provocado que se tome la iniciativa para un nuevo cambio en el plan de estudios europeo. Según lo que ha expresado en su última rueda de prensa Yao Ming, presidente del MEME, el nuevo plan de estudios ha sido establecido basándose en el sistema de logros de videojuegos de la plataforma PlayStation 3. “Buscamos nuevas tecnologías y que los estudiantes muestren interés en clase. Con este plan nuevo matamos esos dos pájaros de un tiro - expresaba Yao Ming en su declaración - Al principio, al la hora de comprar una consola a la que emular, pensamos en comprarnos la Xbox 360, pero nos dimos cuenta de que hay que pagar al mes para poder jugar por internet y resulta que estamos en crisis.”

El nuevo plan pretende llevar a cabo un sistema en el que el alumno ganaría puntos por conseguir diversos tipos de metas a lo lago de su carrera. Asistir a diez clases seguidas, acudir a cien clases en total o vencer a los diez profesores ocultos por todo el campus son algunos de los retos que piensa integrar el nuevo plan. “Los puntos que consigan ya veremos como los canjearemos, a lo mejor los cambiamos por créditos de libre ¿Qué dice? ¿Qué ya no hay CLEs con el plan bolonia? Eso nada, esto es un negocio, los volvemos a meter y punto.” concluyó Yao Ming con cara despreocupada.

Las opiniones del público respecto a estas declaraciones, se han podido recoger en la página de internet CC www.Comentariosycriticas.com (sitio web oficial del MEME), y demuestran opiniones de lo más variopintas: “ El sistema de logros de Xbox 360 es mucho mejor que el de PS3, sin embargo el gobierno prefiere una vez más recortar presupuesto, aunque empeore la educación del país” publicado por el usuario Cereal Guy, “Si su intención es hacer que la universidad se parezca a un videojuego para que nos engachemos a ir a clase, lo que van a conseguir es que dejemos de jugar a videojuegos” comentó el usuario Nothing to do here, “ Estoy harto de que el MEME se centre siempre en temas de la educación, dejando de lado las mamografías y los etruscos (un antiguo pueblo muy bonito y con una cultura a la par)” finalizaba el usuario Fuuuu.

Por ahora, bajo críticas y alabanzas, el plan se llevará a juicio ante la asamblea superior de educación, donde el fallo de la misma nos dirá si sale o no sale adelante el atípico plan de estudios.

viernes, 14 de octubre de 2011

Miedo y asco en Las Palmas

Los nombres del siguiente texto han sido modificados para asegurar la intimidad de los afectados

Me encontraba haciendo lo que yo llamo bailar, en una discoteca al azar, de Las Palmas diría yo. Tras una larga conversación sin sentido con un profesor de mi antigua universidad, una de las impresionantes camareras del bar me invitó a un chupito de tequila, poniéndose el limón en la boca y la sal entre los pechos. No le iba a hacer un feo a la chica, o sea que decidí jugar a su juego. Vi un flash y me sorprendí a mi mismo en el baño enrollándome con la camarera, a la que le estaba metiendo más mano que un político a las arcas del país. La cosa se estaba poniendo interesante cuando una voz en off con acento de La Palma, atacó mis tímpano de tal manera que me desconcentró totalmente de la tarea que tenía entre manos, tanto yo, como mi amiga la camarera.

Salí del sueño con la cabeza dándome vueltas sin poder centrar la mirada en nada en concreto. “¿Dónde estoy?” pensé. Decidí buscar pistas a mi alrededor para poner en orden mi GPS interno. Una habitación que parecía haber sufrido una catástrofe natural, y Juanlo acostado en la cama del otro lado de la habitación, me hicieron deducir que me encontraba en su cuarto. De Mara era la voz que me había despertado de mi placentero sueño. No paraba de hablar, molestándome constantemente para que me levantara, porque tenía prisa para ir a comer “Estaba a punto de follar y ahora estoy aguantando a una mujer que no para de darme el coñazo. La historia de mi vida” Cogí el móvil y vi que eran las dos de la tarde, una hora relativamente temprana para levantarse después de una noche de juerga.

“¿Cómo he acabado aquí?” Intenté hacer memoria, pero mis recuerdos se parecían a mis exámenes, casi todo en blanco con ligera información borrosa aquí y allá. Lo último que recordaba era estar bebiendo una cerveza por fuera de una discoteca, mientras a Juanlo le cuidaba una enana, que mediría alrededor de un metro cuarenta estaría dispuesto a apostar. No me preguntéis como la conocimos. Proseguí intentando visualizar imágenes en mi mente de la fiesta de ayer, y éstas fueron apareciendo en orden cronológico. Me vi deambulando por las calles, dando tumbos de aquí para allá, ofreciendo vergüenza y espectáculo a los más madrugadores, y descubrí que había cogido un taxi para llegar a mi casa. Sí, eso era. Recordé al taxista y su manera de hablar tan peculiar, era una mezcla entre godo gangoso y John Wayne, el típico tío al que Manolo Vieira metería en uno de sus chistes “¿Era así realmente o sería cosa de la borrachera?” Nunca lo averiguaría. A partir de ese punto intentar recordar era un caso perdido, estaba todo borroso.

Me acabé levantando porque Mara seguía con su interminable monólogo, cuando me di cuenta de que había dormido con la ropa de ayer “Mejor, así me ahorro el vestirme”. Salimos y mi cabeza seguía girando como un trompo mal lanzado mientras subíamos el infinito trayecto hasta el comedor. Degusté lo que pude tragar de una asquerosa sopa y el plato de ropa vieja más aceitoso que he visto en mi vida. Durante ese rato deseé para mis adentros no haber nacido.

Al volver al cuarto, entre charlas vacuas y efímeras quejas sobre como nos encontrábamos, empezamos con la rutinaria conversación de contarnos lo que recordábamos de ayer, para ver si conseguíamos reconstruir los hechos. No llegamos a nada puesto que Juanlo había bebido más que un irlandés el día de San Patricio y su memoria andaba igual de perdida que la mía. De algún lado salió la tentativa de volver a emborracharnos tomándonos la botella de ron que él guardaba en su cuarto. Dicen que la mejor manera de evitar la resaca es volviendo a empezar a beber, pero como acabábamos de comer, sabía que no me iba a subir el alcohol por mucho que bebiera, o sea que opté por declinar la oferta.

Sin embargo, tenía que admitir que aunque uno puede llegar a acostumbrarse a salir todas las noches, nunca se acostumbrará a las resacas posteriores, y la de hoy me estaba matando. Había que actuar en consecuencia. Miré a Juanlo y con un tono medio en serio, medio en broma, le propuse fumarnos un par de porros de marihuana. Coincidió conmigo sin pensárselo mucho y nos pusimos manos a la obra. Creamos una cola de reproducción bastante larga para crear ambiente y dejamos que nuestro criterio musical guiara la conversación. Una cosa llevó a la otra y no me acuerdo de quien fue la idea, pero nos pusimos a ver Toy Story 3, y gracias a la marihuana y a su efecto catalizador sentimental, acabé llorando a mares, como si fuera una solterona de cincuenta tacos en la boda de su mejor amiga. Si hubiera tenido algún juguete a mi alrededor, lo hubiera abrazado y jugado con él un rato (Hasta que se me pasara el efecto de la maría probablemente...).

Acabó la película y seguía fumado, “Buena hierba” pensé. De repente, por cosas del colocón, me dio un antojo de escribir, y como al ordenador de Juanlo no le funcionaba el teclado (me da que se le cayó media botella de vodka encima), pues estoy ahora mismo escribiendo a boli y papel. Deberíais ver la hoja, está llena de manchas, tachones, firmas y algún dibujo abstracto debido a que me subió fuerte el último porro.

Todavía tengo una larga noche de aquí hasta que me duerma. Es sábado, pero, viendo como se encuentra, dudo que pueda convencer a Juanlo para salir hoy también. De todas maneras, tengo todavía la botella de ron aquí “Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma irá a la montaña” pienso mientras la botella me llama con su dulce y embriagador canto de sirena.

viernes, 7 de octubre de 2011

Entrada en construcción


Le di sin querer a "publicar entrada" y no sé como eliminarla ahora, o sea que pongo esta gilipollez mientras estoy escribiendo la entrada. ¿Está gracioso el machango no? xD

miércoles, 5 de octubre de 2011

Bloqueo artístico


Escribir es difícil, bueno, lo difícil es escribir bien. Me enfrento a muchas cosas antes de poder sacar algo decente de mi caótica cabeza. Primero, trato de buscar la inspiración en algún tema que me llame la atención. Para ello sólo hay que saber diferenciar entre la fruta podrida y las que tienen mucho jugo. El problema es que a simple vista todas las ideas parecen buenas; se te ocurren dos o tres frases graciosas, alguna buena metáfora y piensas “¡Buah! ¡Me va a quedar una entrada guapísima!”.

Luego vas hacia el portátil y, motivado por una buena idea y las ganas de escribir, caminas pero con un toque de “tengo prisa y acelero el paso”. Empiezas a escribir fluidamente unas cuantas frases, cuando de repente, no sabes como continuar y paras de escribir. Pasan un par de segundos y te das cuenta de que estás mirando inexpresivamente la hoja del documento de word, sin saber lo que querías decir. Sucede simple y llanamente, que te has quedado en blanco. Es otro de los grandes males a los que se enfrentan muchos profesionales, el bloqueo artístico. Decides no rendirte y organizas un par de ideas a modo de esquema. De ahí vas escribiendo y algo vas sacando en claro. Cuando te das cuenta, terminas de escribir y observas que lo que has escrito es una gilipollez y no posee el encanto que pensabas que tendría. Otro enorme bache con el que lidiar, la autocrítica.


“Asimov escribía relatos que son auténticas obras de arte, con ideas que eran una auténtica basofia. Stephen King es capaz de contarte la más inverosímil de las historias de manera que quedes totalmente enganchado. ¿Qué tienen ellos que yo no tengo?” A este último paso lo llamo, el hundimiento. Estás saturado. Dejas de escribir. Sales a pasear. Te das cuenta de que es de noche. Fumas un cigarro y te sorprendes pensando en cosas en las que no deberías estar pensando “Jazmina... ¿fue culpa mía? Quizá. ¿Debería decirle algo? Ya es tarde. ¿Entonces qué me queda? Supongo que aguantarme y dejar que se me pase la bajona. Las mujeres están todas locas. Me acuerdo de aquella vez. Fue la gota que colmó el vaso. En ese momento me di cuenta de que estaba totalmente loc...” ¡Sorpresa! Como mismo se fue, ha vuelto. Acabas de dar con una manzana justo en su punto. Tienes algo sobre lo que quejarte, una buena historia para contrastar los hechos y te sientes inspirado. Vuelves hacia el portátil y, motivado por una buena idea y las ganas de escribir, caminas pero con un toque de “tengo prisa y acelero el paso”. Empiezas a escribir fluidamente unas cuantas frases, cuando de repente..... ¡MIERDA!