Antes de que leáis esta entrada confieso que he de retractarme, ya que al escribirla me di cuenta de que he publicado cosas anteriormente en el blog que no son ciertas. No diré en que cosa me he contradecido, puesto que para logar las reacciones que espero que consigan mis escritos, el lector debe descubrir el tema del escrito a su debido tiempo, cosa que se vería arruinada si digo donde está el fallo del que os hablo, aunque os aseguro que no es nada que se os pueda ocurrir y que realmente es una tontería. Por si acaso después de leer no caeis en donde está la contradicción y sois de esos curiosos que necesitan saberlo todo (¡entrometidos!), os dejo la respuesta al final. Bueno, atentos que ya empieza:
A lo largo de mi vida he tenido muchas decepciones; cuando una mujer me rechaza,al suspender un examen...... pero hay algo que me decepciona y atormenta con habitualidad, lo que me ha llevado a odiarlo mucho. Se trata de mi peor enemigo, mi rival acérrimo, mi némesis, ese algo que he jurado perseguir y destruir ¡y no pararé hasta que desaparezca de la faz de La Tierra! Ese algo del que os hablo es: el chocolate con pasas.
Y es que se me cae el alma al piso, cuando me ofrecen una tableta de chocolate y yo, bajo mi total desconocimiento de que existen pasas en su interior, muerdo y voy notando su abominable tacto chicloso en mi boca, seguido de un sabor endemoniado que soy incapaz de soportar. Durante este suceso mi cara cambia radicalmente de esto:
Y es que se me cae el alma al piso, cuando me ofrecen una tableta de chocolate y yo, bajo mi total desconocimiento de que existen pasas en su interior, muerdo y voy notando su abominable tacto chicloso en mi boca, seguido de un sabor endemoniado que soy incapaz de soportar. Durante este suceso mi cara cambia radicalmente de esto:
No os equivoquéis, no me molesta que la gente coma pasas bajo su libre albedrío o tenerlas guardadas en la despensa de mi casa (eso sí ¡se pudrirían ahí hasta el fin de sus miserables días!). Hay otras comidas mucho más asquerosas en el mercado que las pasas (pocas pero las hay) y no las odio a muerte, pero la diferencia erradica en que no se han atrevido a juntarse con el chocolate, ese es el auténtico quid de la cuestión. Comer chocolate con pasas es algo parecido a montarte un trío con Pilar Rubio y Carmen de Mairena, un gran placer acompañado de algo realmente desagradable. No merece la pena pasar la dantesca experiencia de ver a Carmen de Mairena desnuda para follarse a Pilar Rubio (¿o sí? ya tengo idea para la siguiente encuesta).
¿Por qué han tenido que mezclar el chocolate con las pasas? ¿A quién demonios se le ocurrió esa idea?. En serio, pensadlo detenidamente ¿Quiénes son los principales consumidores de chocolate? Los niños. Entonces ¿quién tuvo la magnifica idea de mezclar la comida favorita de los niños con su peor enemigo? Que no es otro que la fruta. ¿A cuantos niños habéis visto que les guste el chocolate con pasas? Si yo tuviera un hijo, y me pidiera chocolate con pasas, en vez de chocolate normal, pensaría seriamente en llevarlo al psicólogo, darle una ostia o ambas cosas a la vez; darle tal ostia que acabe iendo al psicólogo. Es que me atrevo a decir incluso, que si una persona dona una tableta de chocolate con pasas a los niños del tercer mundo, éstos lo escupirían al suelo y levantando el puño al aire, maldecirían a los desgraciados demonios blancos que se ríen en su cara dándoles tal inmundo chocolate.
¿Creéis que exagero? Pues me he reservado el punto fuerte para el final. "¿Hay algo peor que una tableta de chocolate con pasas?" me preguntaréis. Pues os digo una cosa, aquí las preguntas las hago yo, que para eso es mi blog, pero respondiendo a la pregunta, sí señor, claro que lo hay, y no es otra cosa que las pasas bañadas en chocolate. Sí, esas bolitas que parecen conguitos, uno se confunde al comprarlos, lo hacen a posta por supuesto. Los cabrones no venderían tanto si no existiera tal parecido físico, estoy seguro. ¿Y por qué es peor? Pues muy simple ¿Cómo se puede estropear (aún más) el chocolate con pasas?, quitándole lo único bueno que tiene, el chocolate. La repulsividad de la mezcla es inversamente proporcional a la cantidad de chocolate que tenga.
Os lo digo muy en serio, el primer político que diga que va a prohibir que se mezcle el chocolate con las pasas, tiene mi voto asegurado, le hago campaña gratuitamente y me asocio a su partido. ¡Ya está bien! ¡Uníos al movimiento! ¡Decid NO a al chocolate con pasas!
(Lo prometido es deuda. Recordaréis la entrada "¿Decisiones difíciles?" ¿verdad? En la misma decía la siguiente frase "soy un adicto al chocolate. Me encanta en todas sus maneras posibles de comer", pues como habéis leido no es cierto del todo, he ahí la contradicción de la que os hablaba. Alguno estará pensando "Pss pues me esperaba algo más, menuda tontería" y yo os respondo: No te pases de listo que aquí el que critica soy yo ¿eh? si queréis expresar vuestra opinión ¡Crearos vuestro propio blog! ¡vagos!)
¿Por qué han tenido que mezclar el chocolate con las pasas? ¿A quién demonios se le ocurrió esa idea?. En serio, pensadlo detenidamente ¿Quiénes son los principales consumidores de chocolate? Los niños. Entonces ¿quién tuvo la magnifica idea de mezclar la comida favorita de los niños con su peor enemigo? Que no es otro que la fruta. ¿A cuantos niños habéis visto que les guste el chocolate con pasas? Si yo tuviera un hijo, y me pidiera chocolate con pasas, en vez de chocolate normal, pensaría seriamente en llevarlo al psicólogo, darle una ostia o ambas cosas a la vez; darle tal ostia que acabe iendo al psicólogo. Es que me atrevo a decir incluso, que si una persona dona una tableta de chocolate con pasas a los niños del tercer mundo, éstos lo escupirían al suelo y levantando el puño al aire, maldecirían a los desgraciados demonios blancos que se ríen en su cara dándoles tal inmundo chocolate.
¿Creéis que exagero? Pues me he reservado el punto fuerte para el final. "¿Hay algo peor que una tableta de chocolate con pasas?" me preguntaréis. Pues os digo una cosa, aquí las preguntas las hago yo, que para eso es mi blog, pero respondiendo a la pregunta, sí señor, claro que lo hay, y no es otra cosa que las pasas bañadas en chocolate. Sí, esas bolitas que parecen conguitos, uno se confunde al comprarlos, lo hacen a posta por supuesto. Los cabrones no venderían tanto si no existiera tal parecido físico, estoy seguro. ¿Y por qué es peor? Pues muy simple ¿Cómo se puede estropear (aún más) el chocolate con pasas?, quitándole lo único bueno que tiene, el chocolate. La repulsividad de la mezcla es inversamente proporcional a la cantidad de chocolate que tenga.
Os lo digo muy en serio, el primer político que diga que va a prohibir que se mezcle el chocolate con las pasas, tiene mi voto asegurado, le hago campaña gratuitamente y me asocio a su partido. ¡Ya está bien! ¡Uníos al movimiento! ¡Decid NO a al chocolate con pasas!
(Lo prometido es deuda. Recordaréis la entrada "¿Decisiones difíciles?" ¿verdad? En la misma decía la siguiente frase "soy un adicto al chocolate. Me encanta en todas sus maneras posibles de comer", pues como habéis leido no es cierto del todo, he ahí la contradicción de la que os hablaba. Alguno estará pensando "Pss pues me esperaba algo más, menuda tontería" y yo os respondo: No te pases de listo que aquí el que critica soy yo ¿eh? si queréis expresar vuestra opinión ¡Crearos vuestro propio blog! ¡vagos!)
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