miércoles, 5 de octubre de 2011

Bloqueo artístico


Escribir es difícil, bueno, lo difícil es escribir bien. Me enfrento a muchas cosas antes de poder sacar algo decente de mi caótica cabeza. Primero, trato de buscar la inspiración en algún tema que me llame la atención. Para ello sólo hay que saber diferenciar entre la fruta podrida y las que tienen mucho jugo. El problema es que a simple vista todas las ideas parecen buenas; se te ocurren dos o tres frases graciosas, alguna buena metáfora y piensas “¡Buah! ¡Me va a quedar una entrada guapísima!”.

Luego vas hacia el portátil y, motivado por una buena idea y las ganas de escribir, caminas pero con un toque de “tengo prisa y acelero el paso”. Empiezas a escribir fluidamente unas cuantas frases, cuando de repente, no sabes como continuar y paras de escribir. Pasan un par de segundos y te das cuenta de que estás mirando inexpresivamente la hoja del documento de word, sin saber lo que querías decir. Sucede simple y llanamente, que te has quedado en blanco. Es otro de los grandes males a los que se enfrentan muchos profesionales, el bloqueo artístico. Decides no rendirte y organizas un par de ideas a modo de esquema. De ahí vas escribiendo y algo vas sacando en claro. Cuando te das cuenta, terminas de escribir y observas que lo que has escrito es una gilipollez y no posee el encanto que pensabas que tendría. Otro enorme bache con el que lidiar, la autocrítica.


“Asimov escribía relatos que son auténticas obras de arte, con ideas que eran una auténtica basofia. Stephen King es capaz de contarte la más inverosímil de las historias de manera que quedes totalmente enganchado. ¿Qué tienen ellos que yo no tengo?” A este último paso lo llamo, el hundimiento. Estás saturado. Dejas de escribir. Sales a pasear. Te das cuenta de que es de noche. Fumas un cigarro y te sorprendes pensando en cosas en las que no deberías estar pensando “Jazmina... ¿fue culpa mía? Quizá. ¿Debería decirle algo? Ya es tarde. ¿Entonces qué me queda? Supongo que aguantarme y dejar que se me pase la bajona. Las mujeres están todas locas. Me acuerdo de aquella vez. Fue la gota que colmó el vaso. En ese momento me di cuenta de que estaba totalmente loc...” ¡Sorpresa! Como mismo se fue, ha vuelto. Acabas de dar con una manzana justo en su punto. Tienes algo sobre lo que quejarte, una buena historia para contrastar los hechos y te sientes inspirado. Vuelves hacia el portátil y, motivado por una buena idea y las ganas de escribir, caminas pero con un toque de “tengo prisa y acelero el paso”. Empiezas a escribir fluidamente unas cuantas frases, cuando de repente..... ¡MIERDA!

3 comentarios:

  1. El pan de cada día cuando intento escribir. Me reí cuando dices de repente "Están todas locas" JAJAJAJAJ

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  2. Es que Jazmina es mucha Jazmina...

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  3. A mi me encanta la frase "Es que X es muy X" porque realmente no dice nada y quedas como un señor. Se le puede aplicar a todo el mundo sin temor a equivocarse xD

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