domingo, 15 de enero de 2012

Chorranálisis: Anuncio chiquilín


Me encontraba viendo la tele el otro día, cuando vi un anuncio que me llamó la atención. Evidentemente es el anuncio que he puesto debajo (¿para qué iba a estar ahí si no?), y me llamó la atención precisamente por el reflejo de la realidad tan cruel, víscero y duro que el mismo ofrece. ¿Habéis visto el vídeo? ¿Y pensáis que exagero acaso? Atentos que ahora os lo explico.




Analizemos el vídeo. Primero un niño pequeño entra por la puerta de su casa con alegría y pasividad fingida, como si no pasara nada, ocultando un nerviosismo que deriba de una mentira oculta que le desgarra la conciencia en su interior, pero eso es más adelante, no nos adelantemos. La supuesta madre del niño le pregunta si tiene los artículos de la compra que le ha pedido que traiga del supermercado, el chaval como nota que su perfecto y espléndido plan de no comprar una mierda y quedarse con el dinero tiene algunos ligeros fallos, con un guiño aparentemente inocente, decide buscar como compinche a su hermano pequeño para no pagar el pato solo, encima de estafador, mal hermano...

Y es que hemos criticado al chaval ¿pero qué hay de la madre? Os lo diré yo, esa familia se cae a pedazos, la madre es otra que trae tela. Si avanzáis más adelante veréis como el niño intenta metérsela doblada a la madre con la engañifa de que todo lo que le había pedido que trajera, son las galletas chiquilín. ¿Cómo reaccionaría una madre normal ante este suceso? Mosqueo serio y sermón reglamentario ¿pero cómo reacciona la madre del chaval? Se ríe, y he ahí el quid de la cuestión. Esa madre está enfadada, eso es innegable, el niño le ha mentido en la cara y se ha creído que es tonta o algo, entonces ¿por qué se ríe? Pues querido lector, esa sonrisa es la calma que precede a la tormenta. Justo después de que se corte el vídeo la madre le arrea un guantazo al chiquillo y le dice que ya puede estar tirando al supermercado o le vuelve a meter una ostia que lo viste de torero.

¿Y no habéis caído para qué quería el niño el dinero? Drogas, contrabando de armas, prostitución... cualquiera sabe. ¿Pero cómo es que los de cuétara han dejado pasar tan sórdido anuncio por televisión? Pues porque al final tiene un mensaje positivo para ellos, no importa cuan desgraciado seas o jodido estés en la vida, que siempre te quedarán unas galletas chiquilín para mitigar el dolor del guantazo de una madre.

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