jueves, 6 de diciembre de 2012

Crítica: Una señal contradictoria

Pues resulta que un día, sin quererlo ni beberlo, te sorprendes a ti mismo teniendo una charla con Sara, Lola, Angustias, Rigoberta o como demonios se llame la chica que te gusta de tu clase. Tú le cuentas algún chiste que le saca la risa, y ella sorprendetemente no te habla de como su ex-novio se la metía sin vaselina, todo lo contrario, comparte contigo buenas anecdotas de algún viaje e historias locas de borrachera. Vamos, que estás hablando con ella a gusto, tan a gusto que empiezas a ser optimista y mientras disimulas como le miras las tetas piensas "Coño, pues quizá acabe follando y todo".

Todo va bien, hasta que sucede un evento que te deja patidifuso. Tú acabas de soltarle un comentario gracioso y ella mientras con una mano se tapa la cara de la risa, con la otra te propina un puñetazo en el hombro que ríete tú de las hostias que se dan los de Smack Down, y continúa riéndose como si no hubiera pasado nada. ¿Y qué haces tú ante tan fortuito evento? ¿Te enfadas? ¡Error! Porque si te enfadas luego quedas tú como un antipático. Sí, querido lector, esas son las contradicciones que rigen nuestra sociedad. Si te enfadas después de que te pegue una hostia alguien que se está riendo, el malo eres tú. Porque claro, que te peguen es una cosa super divertida y super graciosa, los boxeadores gozan de una salud exquisita gracias a la risoterapia que su profesión les aporta. Así que sigues con la conversación tranquilamente disimulando todo lo que puedes el dolor de tu brazo, pero con los cinco sentidos en alerta por si acaso se le vuelva a ir la pinza, poder esquivar el siguiente ataque.

Aceptas este hecho como un brote más de la para ti incomprensible actitud que las mujeres tienen, hasta que un día cualquiera hablando con alguna amiga, te dice que a aquella chica le gustabas.
Yo - ¿Cómo le voy a gustar? Si me pegaba cada dos por tres.

Amiga aleatoria - Serás tonto. Si una chica te pega es síntoma de que le gustas.

Y ahí queda la cosa. Como si fuera totalmente normal pegarle a la gente que te mola. ¿Por qué lo hacen? ¿Le zurrarán también a sus padres cuando llevan tiempo sin verlos? Pues en las bodas en vez de acabar llorando acabarán a tortazos limpios. Menos mal que no llegó a enamorarse de mi porque me hubiera soltado una paliza tranquilita. Si es que yo sabía que las relaciones sociales con las mujeres no siguen las leyes de la lógica, pero tampoco me podía imaginar que pegarle a alguien fuera un acto de cariño. Si al final los maltratadores sí que van a estar diciendo la verdad con eso de que la querían, lo que pasa que la querían demasiado ¿no?

¿Qué queréis que os diga? A mi eso de estar recibiendo porrazos no es que me agrade demasiado, ni aunque vayan con todo el cariño del mundo. Aunque si uno tiene que hacerlo para follar, pues vale, pero que me firmen primero un papel con la cantidad de hostias a recibir en relación a la cantidad y calidad de sexo que voy a obtener. Que no me la juego cortejando a una mujer que atiza más que el padre de Michael Jackson para luego quedarme con dolor de huevos, no señor. Y es que se nota que tratar con mujeres, es una relación amor-odio-dolor de hombro.

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