martes, 27 de marzo de 2012

El efecto UMG

Bien. Me dejaré de párrafos iniciales o introducciones extrañas para llegar al tema en cuestión de la manera original y divertida que tanto le gustan al lector (me tengo en un altar), y vamos directamente al grano, porque creo que esta entrada se me va a hacer larguita si me ando por las ramas. ¿Qué es el efecto ultramegaguapo (UMG)? Créeme, tú sabes lo que es al igual que yo. Es algo intrínseco en la sociedad. Puede que no te hayas dado cuenta, que no hayas sido capaz de ver los elementos comunes que forman dicho efecto, que no le hayas puesto nombre o que lo conozcas por otro diferente y todavía no te hayas dado cuenta a lo que me refiero, pero créeme, sabes lo que es el efecto UMG.

¿Y por qué sé que lo sabes? Pues principalmente es porque si estás leyendo esto es porque te conozco y más o menos sé como eres (o con mucha suerte te habrá pasado el blog algún conocido mío. Lo cual no es mala idea ¿eh? Repito. No es mala idea difundir la existencia de este blog ¿EH?), pero realmente estoy tan seguro de la abundancia de dicho efecto en la vida diaria, que no me hace falta conocer a nadie para apostar que al menos le sonará lo que lee.

Pero al tema: El efecto UMG.

Estás tú tranquilamente charlando, jugando a la play o realizando cualquier otra actividad con tus amigos (lo siento por las féminas que no se metan en situación con mis ejemplos normalmente masculinos, pero soy víctima de mi falta de alelo a la hora de escribir), cuando de súbito, uno de tus amigos suelta un comentario tipo:

    • Chacho ¿te comenté que me voy a hacer un tatuaje? - Surge la curiosidad entre el resto del grupo y como es lógico alguien pregunta...

    • ¿Sí? ¿Y qué te vas a hacer?

    • Uhhmmm, tengo pensado hacerme un dragón alado, encadenado a una roca que sobresale de un lago de lava, mientras escupe una bocanada de fuego verde.

Te ha sonado raro ¿verdad? ¿Qué tipo de persona se hace un tatuaje así? ¿Qué pasa por la cabeza de ese sujeto? Tranquilo, yo te responderé. Siento decirte que tu colega es la típica víctima del efecto UMG. El ejemplo del tatuaje no es el único que podemos observar en nuestro día a día, también lo apreciamos en nombres de películas como “Asesinos”, “Mujeres Canibales en la Selva Aguacate de la Muerte”* (sí, esta película existe de verdad) o “Pirañas 3D”. También más claramente en nicks como “Muerte_implacable”, “Dios_inmortal_del_trueno”, “Dragón_infinito”, “Dragón_infinito_más_poderoso”, etc..., (una vez conocí de fiesta a un tío que se hacía llamar “fuego”. Si algún día lees esto, fuego, te lo dedico) supongo que os hacéis una idea. Para los que todavía os haga falta más pistas os digo en qué se basa el efecto UMG; en cosas ultramegaguapas como su propio nombre indica. Si analizamos el tatuaje que se piensa hacer nuestro amigo, vemos elementos como: Un dragón alado, cadenas, lago de lava y fuego. No le llevó más de dos segundos pensar qué tatuaje hacerse para el resto de su vida, puede incluso servirte como norma, las cosas ultraegaguapas siempre tardan menos de dos segundos en que se te venga a la cabeza, y es que de eso se compone el efecto UMG, de la composición exagerada de cosas poco originales, pero molonas a los ojos de un chaval de ocho años.

Y recalco lo del chaval de ocho años, porque es en la infancia donde más se puede apreciar este efecto. Todos los niños les flipan los dragones, las motos, extraterrestres, dinosaurios, etc... Y podemos observarlo claramente con el pasatiempo estrella entre los niños, los dibujos animados. Una vez más os pondré algunos ejemplos:

Denver: The last Dinosaur

Empezamos con esta entrañable serie de nuestra infancia que trataba sobre unos adolescentes que se encuentran un huevo de dinosaurio del jurásico por el que los miles de años transcurridos y el meteorito que causó la extinción de sus congéneres, no ha hecho mucha mella. Suponiendo ya este difícil de creer suceso, de dicho huevo sale un dinosaurio el cual no sólo posee la capacidad innata de hablar, sino que encima toca la guitarra al más puro estilo del rock 'n roll de los ochenta. Juntos sufren aventuras sin fin la mar de ultramegamolonas.

Las tortugas ninja

¡Menudo un clásico! La típica reacción química de un residuo tóxico desechado irresponsablemente por el que será ¡casualmente! el enemigo principal de la serie, provoca que una rata, mascota de un experto en ninjitsu, también asesinado por el malo maloso de la serie (ya es casualidad oye), y cuatro tortugas, que vete a saber qué hacían en las alcantarillas, sufran mutaciones anómalas que les provocarán... ¿cáncer? ¿leucemia? ¿una muerte horrosa? No, amigos. Todo el mundo sabe que los residuos tóxicos volcados irresponsable conceden transformaciones de animal a hombre, o viceversa, cuando no superpoderes (Con toda la basura que tiramos al mar ¿cómo es que todavía aquaman no existe? O Earthfish si es que el afectado es un pez... bueno seguimos). Total, sólo hay que traducir el título en inglés para darse cuenta de cuan ultrameguapa es la serie, Teenage Mutant Ninja Tourtles, Tortugas ninjas mutantes adolescentes.

Los dinoplatívolos

Otro claro ejemplo. El argumento es el siguiente: unos extraterrestres malvados con forma de dinosaurios deciden asediar La Tierra y conquistar a los humanos, como no podía ser de otra manera, surgen para oponérseles otros extraterrestres, que en este caso son los buenos, también con forma de dinosaurios (nadie ha pensado ¿cómo es posible que extraterrestres con tecnología superavanzada sean realmente dinosaurios? Menudo contrasentido, si los dinosaurios se caracterizaban precisamente por ser más tontos que las piedras ¡por favor! ¿Dónde contrataban a guionistas tan paupérrimos? ¿En Lost?). Más por accidente que por otra cosa, conocen a unos chavales con los que harán buenas migas ¡y combatirán a los malvados con al fuerza de la amistad! (no hay fuerza más poderosa en una serie de dibujos animados que la fuerza de la amistad. En un universo paralelo donde el mundo real son dibujos animados, Osama Bin Laden escondía poder de la amistad en vez de armas de destrucción masiva).


Inazuma Eleven:

¡Oh! La joya de la corona. El número 1. La serie entre series. El kinki que pasa más droga. En resumén, Inazuma Eleven es el máximo exponente del efecto UMG. No te dejes engañar por ese dragón elemental de agua y fuego que rodea a los dos chavales, como sus propios uniformes indican, impresionantemente, la serie trata sobre el fútbol. El argumento es tan bueno que voy a tomarme la libertad de emplear un par de párrafos en spoilearos toda la serie, para que apreciéis esta obra de arte.

Todo comienza cuando un chaval, Mark Evans, tiene el talento natural y el sueño de ser portero. Con empeño y ahínco, nuestro intrépido protagonista logra sacar un equipo de fútbol de su instituto, el Raimon, para el cual no podía ser de otra manera, fichará a todos los cojos, lisiados, cobardes, frikis y disléxicos de su escuela. Tras formar el equipo aparece un personaje salvaje, indómito, con el pelo a lo loco que te recordará sin duda a un torbellino de fuego (y es que por ahí van los tiros de sus habilidades), Axel Blaze (hasta el nombre es súper molón), el cual es una estrella del fútbol, pero le había prometido hace unos años a su hermana pequeña que no volvería a jugar nunca más un partido (realmente tienen como diez años o así, no creo que fuera hace muchos años...) porque, no me acuerdo bien, pero como que a la chiquilla la atropellaron o algo mientras Axel jugaba un partido, y se quedó en coma para toda la vida, vamos el típico drama familiar. Pero la necesidad de ayudar a sus compañeros cojos e inútiles para el fútbol, le hace descolgar la camiseta y demostrar cómo se juega al fútbol uniéndose al equipo.

Aquí llega lo bueno, cuando en el primer partido que juegan, una vez no puede ser de otra manera se enfrentan en un partido amistoso de entrenamiento a los campeones definitivos de japón, la Royal Academy (como si mañana me creo un equipo de aficionados con los colegas con los que solía jugar en la plaza, y nos ponemos así con la misma a jugar contra el Real Madrid en el primer partido). Durante el encuentro, Mark Evans consigue dominar la técnica ancestral de parada de su abuelo, La Mano Celestial con la que para todos los tiros de sus rivales, y Axel Blaze realiza un chut llamado Tornado de Fuego, con el consigue un gol en el último momento, ganando 1-0. Durante este capítulo te queda claro que la serie es una mezcla entre Óliver y Benji y Dragon Ball Z.

Bien, a partir de ahora todo irá in crescendo. El espectador podrá disfrutar de tiros en los que se invoca un dragón de fuego alado que acompaña la pelota hacia la portería, paradas en las que se crean campos de fuerza invisibles que detienen el balón, regates montados sobre el balón deslizándose con el mismo como si de una tabla de surf se tratara... Mediante todas estas técnicas definitivas, como las llaman en la serie, el instituto Raimon consigue hacerse con la victoria en el campeonato de institutos de Japón. Siendo ya los papis de este inverosímil fútbol en su país, los guionistas deciden fumarse un par de porros más y meter a los chavales en el campeonato mundial donde habrán muchas más técnicas definitivas con dragones, dinosaurios, dimensiones paralelas, ángeles, tecnología futurística, conspiraciones malignas y sobretodo ¡mucho, mucho fuego proporcionado por Axel Blaze!

Una vez más, gracias al poder de la amistad, trabajo duro y la autosuperación consiguen hacerse con el título de mejor equipo del mundo. En este punto los guionistas pensaron “Estamos ganando un pastón con esta mierda que nos hemos inventado colocadísimos. Apenas hemos hecho dos temporadas y nos queda media planta de marihuana, podríamos sacar una tercera, pero... ya son campeones del mundo ¿qué nuevo reto puede presentárseles ahora?” Sí, probablemente sea lo que estás pensando, recuerda la regla de los dos segundos del efecto UMG, el siguiente gran enemigo son los extraterrestres.

Unos extraterrestres de forma humana aparecen en La Tierra con un objetivo que ni el mejor escritor de ciencia-ficción hubiera imaginado, jugar al fútbol. El Raimon que no quiere forzar una pelea intergaláctica, decide no participar, pero los extraterrestres amenazan con lanzar unos balones negros que actúan de bombas, a los diferentes institutos de equipos de fútbol japoneses si se niegan a jugar contra ellos. Despertado en los protagonistas el instinto protector típico de las series japonesas, el Raimon acepta al desafío y va derrotando a los extraterrestres uno a uno según su jerarquía, de manera que de tiempo a rellenar otra temporadita de superpoderes futbolísticos, y de paso, los bolsillos de los yonkis que tienen como guionistas. Os dejo a continuación, un vídeo sobre las mejores técnicas definitivas de la serie, no tiene desperdicio.

http://www.youtube.com/watch?v=ZJnlcQa6Fh4

Ya sabéis todo lo que hay que saber sobre el efecto UMG. Ahora pensando yo... me ha quedado guapa la entrada ¿eh? Fijaos que he puesto las fotos más UMG que he visto por la red. No sé si acabaréis pasándole el blog a algún amigo, pero yo se lo voy a pasar a mi hermano pequeño de nueve años que seguro que lo flipa con tanto dragón y dinosaurio.

* Buscando nombres ultramegaguapos de películas en internet, he tenido la gran suerte de topar con una película que me ha llamado tanto la atención, que os la voy a poner aquí para que podáis apreciarla. Su nombre es “Los surfistas nazis deben morir”. Tiene un 3,1 en filmaffinity habiendo votado 765 personas, toda una obra de arte.

http://www.youtube.com/watch?v=S0ElTHNZ_MQ

http://www.filmaffinity.com/es/film172209.html

domingo, 18 de marzo de 2012

Frikis

< Atención, debido a algunas de las quejas de los lectores sobre posibles spoilers en la entrada, antes de leerla, si no sabéis que Ace de One piece muere, no leáis la entrada, porque podríais ser spoileados >

Voy a contaros algo de mi vida. Mi vida, he de decir que se desarrolla entre muchas cosas, entre mujeres locas, entre incomprensiones sociales, entre dos orejas tamaño ala-delta, entre dos tierras (para los que os guste Heroes del Silencio) o entre dos mares (para los que os guste Platero y tú, oye, aquí vamos variando). Pero sin duda mi vida se desarrolla entre seres que la sociedad denominaría como frikis.

Sí señores, un dato más de mi para nada velada identidad, porque todo el que lee el blog es porque yo se lo he pasado, y aparte usan anchamente y sin remordimiento mi nombre propio en los comentarios de las entradas, es que soy un friki de cuidado. Y atención porque Dani Rovira en uno de sus monólogos define al friki común como persona que va al estreno de star wars, se disfraza de Obi Juan Que No Vi y encima se lo cree, tanto que lleva a su perro y defiende, argumenta y postula que es Chewaca. Sus amigos le decían “que eso no es un perro, que es un hamster” y el respondía “es mi perro, lo que pasa que está en MP3”.

Pues esta definición de friki a mi, oye, pues me reí mucho cuando la vi pero no me convence. Y no me convence porque como friki experto que soy en el tema, creo que a un friki se le define más por lo que le indigna (los frikis no se enfandan, los frikis se indignan con los demás, reducen la esperanza que tienen puesta en la humanidad, o ya en versiones extremas, se bajan puntos de carisma, o se vuelven locos y convierten en emos a sus personajes de los Sims ¡como si fuera un gesto de que ya nada tiene sentido! (y me permito abrir paréntesis dentro de paréntesis, para aclarar que he dicho que los frikis juegan a los Sims sólo para poder soltar el chiste. Que los frikis no juegan a los Sims, eso es un juego de gente inexperta videojuguilmente hablando, el friki bueno juega al GOW, MGS, WOW y resto de juegos que puedan abreviarse para no perder ni un segundo de su ajetreada vida).) que por lo que le gusta hacer. Y podemos observar una clasificación muy simple que he hecho de los frikis a continuación, según las cosas que los indignan. ¡Voilà!

Frikis informáticos: Se trata de la idea de friki que toda persona normal ajena al mundo de Naruto tiene en su cabeza. Este ser puede realizar bromas de un estilo muy peculiar que nadie fuera de su estrecho círculo frikil ríe o comprende en muchos casos, pero que aún así insiste en proliferarlas por ahí. Bromas tipo:

Persona aleatoria de a pie – Chacho, Juan. Casi no me coges el móvil. ¿Dónde estás? ¿Cuánto vas a tardar en llegar?

Friki informático de nombre Juan – Pues la barra de carga va por la mitad. Quedan alrededor de 2 horas. Ahora quedan alrededor de 30 minutos. Ahora quedan alrededor de 10 minutos. Ahora quedan aproximadamente unos segundos. ¡Ya llegué!

Este freak, al igual que con sus bromas, se indigna por cosas que uno pues no comprende del todo. Puede ser porque el nuevo Ipad 2 haya rechazado tecnología RGB, o los portátiles Asus no tienen cede de reparación en Canarias, pero hay una cosa que les ofusca a esta gente sobremanera, y no es otra cosa que cuando un impuro de la informática, muestra ineptitud con uno de los muchos aparatos que ellos consideran de dominio básico para toda la población “¿¡¿¡ Qué no sabes configurar tu impresora wifi para que imprima directamente de tu Iphone saltándote los protocolos TCP/IP 7.4?!?! ¿!¿!Pero en qué época vives!?!? ¿! En la edad de piedra?!”

Frikis de los videojuegos: Este tipo de frikis, son los típicos que su máxima relación social es dejar de viciarse en sus casas para ir a viciarse a casa de sus colegas mientras hacen chistes con las faltas de ortografía del Final Fantasy VII. Debido a su gran profesionalización en los videojuegos, esta gente sabe de todo. Son el futuro de la población humana. Si hubiera un holocausto zombie, más os valdría tener al lado a uno de estos que al sargento de la marina de los EEUU. Y es que te pueden decir tranquilamente cual es la mejor estrategia de ataque para cualquier tipo de combate, ya sea cuerpo a cuerpo, a distancia o mixto, dándote a elegir hasta diferentes tipos de formaciones de batalla, sistema de abastecimiento o condicionantes morales para tus tropas.

A estos frikis les molesta muy poca cosa, pero la falta de cantidad la compensan en calidad de enfados, puesto que de las pocas cosas que les hacen enfadar, son que interrumpan su concentración en el vicio, está el que les pasen por delante de la pantalla del televisor mientras están jugando, que le apaguen la consola cuando están a punto de matar al jefe final, y en muchos casos, que le dejen la puerta del cuarto abierta cuando la madre sale del cuarto, después de haber entrado sin ningún motivo ninguno. Yo he presenciado cabreos épicos, monumentales, ¡mastodónticos! “¡JODER! (lanza el mando al sofá) ¿Qué pasa? ¿no puedes pasar por otro lado o qué? ¿Tiene que ser siempre por delante de mía y justo cuando estoy matando Sephirot, no? ¿Lo haces a posta verdad?” En contraposición, como aspiraciones tienen, llegar a ser Progamer de algún videojuego como el LOL, o encontrar algún aparato mágico que les permita guardar la partida en la vida real.

Frikis del anime y el manga: Sin duda, mis frikis preferidos. Son más parecidos al concepto de friki americano, que discuten sobre temas de lo más vacuos como quién es el protagonista de anime más poderoso (Goku), cuántos sellos principales de Naruto existen (12), cuál Dragon Ball es mejor (Dragon Ball Z), y ya el que se las da de listo discute sobre el sentido del bien y del mal en Death Note (estos son gentuza toda).

A estos frikis les enfada sobre todo dos cosas. Lo primero es la mala categorización de los objetos de coleccionista como “machanguitos” o “muñecos”. Y lo segundo es un contrasentido. Es lo mismo que mueve sus mundos, lo mismo que aman, lo odia, son las propias series anime o manga. Un día te vienen diciéndote “’One piece! ¡Chiquito seriote! Flipa, flipa con las burradas que están pasando ahí.”, que al siguiente te comentan “¡Menuda estafa! ¡Estoy indignadísimo con One Piece! ¿Cómo pudieron matar a Ace? Era el mejor personaje de toda la serie y se lo cargan, así, sin temblarles el pulso al escribirlo”. Y es que del amor al odio hay un paso, y nunca se ha aplicado mejor que en este caso.

Frikis especializados: Los frikis especializados podemos encontrarlos en todas partes, incluso aunque no guarden apariencia frikil por fuera. Se trata de gente demasiado obsesionada con un hobbie en específico. Este hecho anormal, lleva a la gente a categorizar a dichos sujetos como “Es un friki de X”, donde X es la actividad que realiza el sujeto. Pero atención porque aquí existe una norma no escrita. Cualquier actividad en la que uno se espcialize es válida para ser llamado friki por el ser ajeno, excepto una: el fútbol. No importa que el sujeto pueda decirte toda la plantilla de España durante el mundial, o que acuda a todos los partidos de su equipo de segunda B con la cara pintada, un bombo, gorro de metro y medio, bufanda y zapatos de payaso, todo ello a juego con los colores del equipo por suepuesto, que no se le puede aplicar el adjetivo friki a esta persona (yo tampoco lo entiendo). Ahora pensad detenidamente, todos conocéis a un friki así. Por ejemplo, tu amigo el friki de las murgas, tu vecino el friki de las maquetas o tú mismo el friki que está leyendo este texto tan friki. Y claro, tú pensarás “Friki eres tú, que tienes un blog y escribes gilipolleces” ¿Ah, sí? Pues te recuerdo un refrán famoso “¿Quién es más tonto? ¿El tonto o el que sigue al tonto?”

jueves, 8 de marzo de 2012

Comiendo en pareja


Hay muchas cosas que resaltan en la vida cotidiana de una persona dignas de estudio sociológico, pero como este blog estudia básicamente gilipolleces, como su propio nombre indica, y yo no soy ningún sociólogo sino un tío escribiendo balbuceos, pues voy a tratar un hecho que me llama la atención y que seguro a más de uno le ha quitado más de una hora de sueño. Me refiero a los desacuerdos, más comúnmente a los desacuerdos con tu pareja, más específicamente un tipo de desacuerdo en especial que comentaré a continuación.

(Una vez más no puedo meter contenido ni palabras sexuales en el blog, sin evitar categorizarlo para adultos, cosa que no quiero. O sea que mediante el uso de la disimulada metáfora, el lector podrá disfrutar del escrito y captar la misma idea, sin apenas darse cuenta de la diferencia).

La disputa susodicha se debe a una descoordinación del espacio tiempo entre ambos miembros de la pareja. A ver, pongo un ejemplo para explicarme. La pareja se encuentra en uno de esos momentos en los que disfruta del placer típico de... … … un tazón de leche con cereales, eso es. Suele suceder normalmente durante... la hora del desayuno (aunque la práctica en cuestión puede darse a cualquier hora del día) y todo empieza cuando el chico, pues acaba su tazón de cereales antes que su acompañante femenina. A lo que esta le dice “¿Ya está? ¿acabaste? ¿en serio? ¿eso es todo?” A ver, lo primero. Yo quiero dejar constancia que yo mismo por ejemplo, como sujeto masculino al azar, disfruto mucho más con un tazón de cereales enorme que me dure horas y horas si hace falta, que con un tazón que apenas es un piscolabis. Yo, soy el primero que se queda con hambre en esta situación, aunque haya agotado toda mi leche (¿se puede clasificar esto como metáfora? Equisdé). Pero muchas no lo entienden, lo tachan de egoísmo y se acaban enfadando, de ahí se va generando un malestar, que como todo problema parejil, pues se guarda en el armario pero que lejos de quedar inmutable, va aumentando como si de una bola de nieve rodante se tratara, y tarde o temprano amigo lector, chocará contra ti, justo cuando menos te lo esperes.

Sin duda, y fíjate tú, que a mi también se me ha dado la situación inversa. Una vez más estamos los dos juntitos, felices y disfrutando de nuestra comida mutua, y es mi compañera quien esta vez parece que ha acabado con su tazón de cereales antes que yo. ¿Y qué pasa en esta situación? ¿Se trata de una mujer comprensiva? Ella se quejaba de que no terminábamos de “comer” a la vez ¿Hará el favor de aguantar un poco más a que yo termine mi parte? ¡Pues no señor! Se comporta como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer. “Yo ya acabé, acaba tú solo si quieres” ¡Menuda hipócrita! ¡Maldita sea la hora! Yo puedo comer cereales en mi casa solo, mientras veo porno delante del ordenador siempre que me de la gana, no me apetece terminármelos por mi mismo. ¿Pero qué puedes hacer? pues sólo te queda de una colega. Ahí, con mucho tacto y disimulo, vas y le sueltas algo en plan La pregunta del millón: “Mira, y si... en vez de terminar yo solo... te comes tú todo lo que te doy? (guiño de ojo)” (Un consejo os voy a dar. A no ser que tengáis mucha confianza y vayáis de sobrados, no uséis comentarios tan bastos como este a la hora de pedir sexo oral. En general, no hagáis caso a lo que escribo, os aseguro que yo de esto no tengo ni pajolera idea).

Total, puede que la chavala acceda, puede que no. Si habéis tenido la suerte o la buena puntería de elegir una mujer enrollada, puede que acceda a comerse toda/s tu/s parte/s, pero una cosa os digo, y este consejo sí es mejor que lo tengáis en cuenta ¡estad seguros de donde derramaréis la leche!