El lenguaje siempre ha tenido la capacidad de introducirse en la mente de otra persona, dentro de ella, puede efectuar cambios según sea su contenido. Aquí se haya el secreto de lo maravilloso que puede llegar a ser la comunicación. El arte del dominio de la lingüística es, a la vez que hermoso, muy útil en las relaciones con nuestros congéneres. Pero no hace falta ser un verdadero artista para conseguir las reacciones que esperamos de los demás con el lenguaje. A mismo pie de calle, existen dos palabras muy usadas habitualmente, que consiguen calmar cualquier situación desbocada. Ante cualquier suceso, estas dos palabras nos ayudan a salir de casi cualquier embrollo, tal es su poder, que simulemos una de las situaciones sociales más arriesgadas a las que un hombre puede estar expuesto, una novia enfadada. ¿A ninguno nos costará meternos en el papel no? Si acaso eres de esos seres benditos que no han tenido novia en su vida, imagina otro ejemplo cualquiera con tu madre (las hormonas les afectan por igual).
Tu novia ha encontrado esas conversaciones subiditas de tono que mantienes a veces con una amiga por el msn (a la cual te follarías, pero evidentemente no se lo vas a decir a ella). El enfado es monumental, pero tú hábilmente recuerdas esas dos palabras que te han salvado la vida durante muchas ocasiones antes, y tras el farfulleo descontrolado le sueltas como excusa "¡Eran bromas!". El "Era broma" ha salvado a millones de personas del linchamiento social durante toda nuestra historia. ¡Es más! deberían ponerlas en una especie de caja de cristal que ponga "¡rómapase en caso de emergencia!" Si Galileo hubiera dicho "Era broma" después de explicar la teoría del heliocentrismo, no sólo no lo hubieran degollado, sino que sería el cómico más importante de toda la historia.
Ciertamente, cuando más se demuestra la utilidad del "Era broma", es cuando quieres sobrepasar los límites de lo que la otra persona tiene moralmente establecido como normal. Nos metemos en situación una vez más; tienes dudas de si se lo tomará a bien o a mal, te lo has preguntado mucho tiempo y no sabes qué reacción tomará si se lo sueltas. Al final, cansado de tanto debatir contigo mismo, acabas reuniendo el valor y preguntas "mira y si... ¿te doy por culo? ¡Por probar cosas nuevas mujer!". Automáticamente, por los gestos maníaco-compulsivos que ha adoptado la cara de tu contrincante y por el comentario "¡Eres un guarro de mierda!" empiezas a atar cabos y a sospechar que no se lo ha tomado muy bien. Entonces vuelves y dices "¡era broma mujer!" y te quedas con la risa más forzada que puedes poner para ver si se retira tras el enorme farol que te acabas de pegar.
Pero esta gran frase, es un arma de doble filo, porque legados a la costumbre de usar tanto la misma, puede llevarte a dejar la guardia baja y acabar gastando su poder, aparentemente ilimitado. Y aquí es cuando descubres la contra del "Era broma" que es ni nada menos que: "¡Si claro! ¿Siempre es broma no?" y ahí amigo la cagaste. Prueba a decirle otras parejas de palabras de menor efectividad como "Te quiero" o "Lo siento", cuando los titulares se lesionan, hay que sacar a jugar a los suplentes.
Y amigos, hasta aquí mi homenaje a estas dos palabras que me han salvado la vida, y espero que lo sigan haciendo durante mucho tiempo. Y tranquila amiga fémina, si te ha herido o disgustado este texto puedo excusarme diciendo que: "¡Es broma!".
Eh, pero no solo a las mujeres se nos puede engañar diciendo era broma. Hay otras cuatro palabras que son igual de efectivas "lo hice por ti, cariño" + [INSERTAR EXCUSA]
ResponderEliminarEjemplo:
Él: Cariño... Y si te doy por culo?
Ella: Eres un enfermo. ¡Degenerado!
Él: Lo digo por ti, cariño, para que probaras nuevas experiencias y así ampliar nuestros horizontes parejiles.
¿Ves? Y quedas como Dios de atento XDDDD Truco que también sirve de mujeres a hombres, por cierto.
jajajjajaja está buena esa, me la apuntaré para el repertorio de excusas xD
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